El equipo fue fundado en 1936 y es el más controversial de su país. Son el único club en su liga que nunca ha contratado un jugador árabe. En su estadio, uno de los cantos de sus aficionados más radicales es “muerte a los árabes”. Hace tres años, cuando fueron contratados dos jugadores musulmanes sacaron una pancarta: “Por siempre puros”. Quemaron las oficinas del equipo. Ahora el han cambiado su nombre a “Trump”.
El Beitar Jerusalem, de la liga de futbol de Israel, anunció hoy en un comunicado en la red social Twitter que para agradecer “el amor” del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha incluido ha renombrado al equipo en su honor.
“Donald Trump ha decidido hacer algo y reconocer a Jerusalén como la eterna capital del pueblo de Israel. Beitar Jerusalén, una de sus más importantes marcas, ha decidido recompensar al presidente por su amor y de ahora en adelante…será llamado Beitar ‘Trump’ Jerusalén”, dijo en equipo en un mensaje en la red social Twitter.
Otro mensaje en Facebook, el equipo alabó el “coraje” de Trump, un día antes de la apertura de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén.
El motivo del homenaje es la decisión que este lunes colmina en la nueva embajada de Estados Unidos en Jerusalén, el paso final para cumplir la promesa de campaña de Trump de reconocer a la ciudad como la capital de Israel en diciembre pasado, siendo el único país en hacerlo y cambiando política exterior estadounidense.
En un discurso el 6 de diciembre pasado en la Casa Blanca el presidente anunció que era "hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como capital de Israel".
Desde la anexión israelí de la parte oriental de la ciudad en 1980, la ONU hizo un llamado a los países a retirar sus legaciones de Jerusalén. La embajada de Estados Unidos ha estado hasta ahora en la ciudad de Tel Aviv.
Palestinos y musulmanas alrededor del mundo han protestado la decisión, al considerar que la ciudad santa como la capital del estado que aspiran a tener.
Beitar Jerusalén es uno de los equipos más populares del país, seis veces ganador de la liga de Israel y ha sido apoyado por políticos asociados con el ala más conservadora del país.
Las actitudes discriminatorias de algunos de sus aficionados cobraron fama internacional cuando el club contrató a los jugadores chechenos Gabriel Kadiev and Zaur Sadayev, hermanos y ambos musulmanes, que recibieron insultos y escupitajos y para los cuales fue necesario contratar protección, según reportó el periódico The Guardian.
El año pasado el equipo recibió un premio en su país por sus esfuerzos por reducir las manifestaciones anti árabes en su estadio, según reportó The Times of Israel.