Los padres de Melania Trump, esposa del presidente, han visitado este miércoles un edificio federal de la ciudad de Nueva York junto a su abogado de inmigración, según ha informado la agencia de noticias The Associated Press.
Viktor y Amalija Knavs, de origen esloveno, como su hija, son residentes permanentes, según su abogado, Michael Wildes. Sin embargo, ni ellos ni la Casa Blanca han querido informar sobre cómo obtuvieron su green card. El matrimonio también ha declinado hacer declaraciones hoy tras pasar una hora en un edificio con oficinas del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, en inglés).
El camino hacia la ciudadanía de la propia Melania está envuelto en polémica desde la campaña electoral, no porque haya hecho algo ilegal, sino porque su marido, Donald Trump, sustentó su carrera hacia la presidencia en críticas y descalificaciones hacia los inmigrantes. Ya en la Casa Blanca, ha impulsado una reforma que complicaría mucho que personas como su esposa pudieran seguir ahora el mismo camino que ella para quedarse en el país.
Además, Trump ha abogado por eliminar la inmigración por reunificación familiar, que es con toda probabilidad el camino por el que los padres de Melania lograron la residencia y podrían conseguir la nacionalidad.
Melania Trump, nacida en 1970, llegó a Estados Unidos por primera vez en agosto de 1996 con visado de turista; menos de dos meses después, obtuvo un permiso H1-B para trabajar como modelo, que se fue renovando anualmente hasta que en 2001 obtuvo la green card gracias a sus “méritos extraordinarios”. En 2006, transcurrido los cinco años que obliga la ley, pudo obtener la nacionalidad; un año antes se había casado con Trump.
Una vez naturalizada, Melania obtuvo el derecho a traer a sus padres al país. Ellos podrían haber llegado por sus propios méritos, con un visado de trabajo, pero parece improbable que ése sea el camino que tomaron: Viktor Knavs era chofer y vendedor de carros; ahora, con 73 años, está retirado. Su mujer trabajaba en una factoría textil y, con 71 años, también está retirada.
La inmigración por reunificación familiar permite a los residentes permanentes y ciudadanos estadounidenses traer a sus seres queridos al país. Trump la ha rebautizado como “inmigración en cadena” (porque la persona a la que traes puede a su vez traer a otra, y así hasta el infinito), y ha intentado recortarla, aunque su propuesta fracasó en el Senado.