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Tiene 42 años y 86 cirugías por cáncer de piel debido a una peligrosa adicción

Lisa Pace no estaba contenta con su piel pálida y pecosa, pero cambiarla le ha costado muy caro.

Cuando Lisa Pace era adolescente, odiaba su piel pálida y con pecas. Hoy, cuando mira su cuerpo de 42 años, está cubierto de cicatrices de 86 cirugías por cáncer de piel, y tampoco le gusta mirarlas.

"Si pudiera regresar y hablar con mi yo de 17 años, le diría que el cáncer de piel es evitable", enfatizó Pace. "(Yo diría) no te metas en esa cama de bronceado. Usa protector solar. Usa ropa protectora. Las personas te van a amar por lo que eres en el interior, no en el exterior".

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Pace comenzó a broncearse en la escuela secundaria: una amiga tenía una cama de bronceado en su casa. Fue un puñado de veces, pero su "adicción" al bronceado comenzó en la universidad. Jugó al baloncesto en la Universidad Eastern Kentucky en Richmond y con frecuencia era filmada o fotografiada mientras jugaba en la cancha.

"Siempre he sido consciente de que tenía la piel clara con pecas y pelo rojo", explicó, explicando que ver fotos de ella en los medios no ayudaba a su autoestima. ¿Una cosa que la ayudó? Una tez más oscura. Compró un paquete de visitas en el salón de bronceado local e iba sistemáticamente.

"Comencé a broncearme todos los días o con un día por medio", recordó la mujer, residente actual de Tennessee. "Era adictivo. La gente decía: 'Te ves tan bien, te ves morena', y eso me alentó".

Primera cirugía

Fue diagnosticada con su primer cáncer de piel en el año 2000. Tenía poco más de 20 años y trabajaba como entrenadora de baloncesto en la universidad estatal Southeast Missouri. Como era su primer trabajo a tiempo completo con seguro de salud, su madre la alentó a visitar a todos los médicos.

Durante una cita con el dermatólogo, el médico realizó una biopsia de un par de puntos en su pierna. Cuando la llamaron unos días después diciéndole que era melanoma y que tenía que volver a la oficina lo antes posible, hizo caso omiso de sus preocupaciones.

"Lo dejé pasar durante semanas", admitió Pace. "Continuaron llamándome y eventualmente, dijeron: 'Tienes que venir aquí'".

Durante la primera cirugía, los médicos eliminaron los melanomas de la parte superior e inferior de la pierna. Salió del hospital con muletas porque no podía caminar. Si bien se asustó al principio, meses después estaba de vuelta en las camas de bronceado.

Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, el cáncer de piel es el más comúnmente diagnosticado en EEUU, y las tasas han aumentado en los últimos 30 años. Hay tres tipos: melanoma (el más mortífero), células escamosas y células basales. El melanoma es actualmente el segundo cáncer más común entre las mujeres de 15 a 29 años.

Según una investigación reciente de la Academia Estadounidense de Dermatología, el uso de una cama de bronceado en interiores antes de los 35 años aumenta el riesgo de melanoma en un 59 por ciento (y ese riesgo aumenta con el uso más frecuente). Incluso una sola visita a una cama de bronceado puede aumentar el riesgo de un usuario de desarrollar cáncer de piel.

Aunque el uso de la cama de bronceado en interiores está disminuyendo, casi 10 millones de adultos aún se broncean cada año, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Los dispositivos de bronceado emiten rayos UVA que son de 5 a 15 veces más altos que los del sol de verano al mediodía. Cualquier dermatólogo te dirá que no existe un bronceado seguro o saludable: cualquier cambio en el color de su piel representa un daño y es la respuesta del cuerpo a la dañina radiación de rayo ultravioletas.

El punto de inflexión

Un año después de su primera cirugía, Pace tuvo que extirparse otro cáncer de piel. Esta vez, en su rostro.

Lisa Pace tras ser operada de cáncer en su rostro. Foto: Today show

"Fue desgarrador y descorazonador. Todo este tiempo me había preocupado por cómo me veía, y ahora tenía una enorme cicatriz en la cara", dijo Pace. "Fue un gran pedazo de mi cara".

Fue entonces cuando finalmente se dio cuenta de que necesitaba dejar de broncearse y cuidar mejor su piel. Desafortunadamente, no remedió el daño que ya había causado. Cuando tenía alrededor de 30 años, había sido sometida a 50 cirugías en todo el cuerpo.

"En este punto, comencé a encontrar las manchas [que indicaban cáncer] yo misma ... Tuve un alto índice de éxito al detectarlas, acertaba aproximadamente ocho de cada 10 veces", contó. “Estaban en mis brazos, piernas, espalda, pecho, cara y mi nariz".

Fue durante este tiempo que Pace se sometió a 25 cirugías adicionales, con lo que su total llegó a 76.

Lisa Pace con su bronceado. Foto: Today show

"Era difícil encontrar un momento para ir al médico, para las biopsias y las cirugías. Fue estresante ... Iba (al médico) casi todos los días", dijo Pace.

"Nunca he visto a nadie sin trastorno genético que haya tenido la cantidad de cánceres de piel que Lisa tenía a su edad", señaló en ese momento, su médico Arielle Kauvar, directora fundadora de Laser & Skin Care en Nueva York. "Lo más importante de la historia de Lisa es que en su caso, esto fue probablemente el resultado del bronceado en interiores".

Hoy, Pace ha sido sometida a un total de 86 cirugías, y probablemente más en el futuro. Tiene una cita con el dermatólogo pronto.

Ahora ella está atenta a la hora de cuidar su piel: "La protección solar es parte de mi rutina diaria, no salgo sin ella", dijo.

Se la aplica tan pronto como sale de la ducha, por todo su cuerpo, y se vuelve a aplicar durante todo el día. Siempre trae un frasco de protector solar consigo, en su bolso o en su auto.

"Todos tienen un riesgo de cáncer de piel", subrayó Kauvar. "Todo lo que hace falta para matarte es un melanoma".

Si Pace va a estar en exteriores usa camisas de manga larga y sombrero, y trata de limitar su tiempo al aire libre.

Mientras se esfuerza por aprender a amar la piel en la que se encuentra, hoy se da cuenta de que la palidez es saludable.

"Prefiero ser pálida, blanca, cubierto de pecas que tener todas las cicatrices que tengo".

Ella quiere que las chicas más jóvenes que piensan que necesitan broncearse para verse bien deben saber esto: "Eres hermosa para aquellos que más importan sin broncearte", dijo.