WASHINGTON – La noticia de la elección especial del Arizona este martes no fue precisamente la victoria de la republicana Debbie Lesko, sino su margen de votos.
En un distrito que el presidente Trump obtuvo por 21 puntos en 2016 - y Mitt Romney ganó por 25 en 2012 - Lesko obtuvo una victoria de 6 puntos sobre la demócrata Hiral Tipirneni, con el 53 por ciento a 47 por ciento.
Sí, una victoria es una victoria. Pero esos 15 puntos demócratas de las elecciones presidenciales de 2016 es mayor que el promedio de 12 puntos en las ocho elecciones principales anteriores de 2017 y 2018.
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Y si los demócratas están alcanzando el 47 por ciento de los votos en un distrito fuertemente inclinado al Partido Republicano como AZ-8, sin un candidato republicano plagado de escándalos (como vimos en Alabama), sin un candidato excepcional (como Conor Lamb en Filadelfia) , y cuando el Partido Republicano los supera en alrededor de $ 1 millón a $ 0 en fondos nacionales del partido, eso sugiere que están bien preparados para la elecciones estatal de noviembre en Arizona, así como en decenas de carreras por escaños de la Cámara de Representantes en todo el país.
Así lo expresó David Wasserman del Informe Político Cook: "Hay 147 escaños menos republicanos que el AZ08 en la Cámara de Representantes. Es hora de comenzar a replantear cuántos de ellos son realmente seguros en noviembre", dijo refiriéndose a la escasa ventaja con la que ganaron esos candidatos.
Eso no significa que más de 100 asientos del Partido Republicano estén en peligro: los escaños abiertos son más difíciles de defender que los ocupados, y los republicanos van a tener mucho dinero para gastar en las carreras electorales.
Pero sí significa que la energía está del lado de los demócratas. Y esa energía es importante en una elección de mitad de período.