Al menos 25 personas han muerto en las protestas iniciadas el miércoles en Nicaragua contra las reformas económicas del Gobierno presidido por Daniel Ortega, que este domingo ha cedido y las ha retirado. Ayer perdió la vida un periodista, Ángel Gahona, que recibió un disparo mientras transmitía en directo a través de la red social Facebook.
Gahona, que trabajaba para el noticiero El Meridiano, fue baleado en la ciudad de Bluefields en la noche del sábado. En el vídeo, publicado en la página de Facebook de la publicación, se le escucha describir un banco “totalmente destruido” y luego se oye un disparo. Una de sus compañeras, Ileana Lacayo, confirmó a la agencia de noticias The Associated Press que murió antes de poder ser trasladado a un hospital.
Según la Iniciativa Nicaragüense de Defensores de Derechos Humanos y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, 24 personas además de Gahona han fallecido en los enfrentamientos entre partidarios y detractores de Ortega, y con la policía, desde el pasado miércoles, en la capital, Managua, y en Ciudad Sandino, Masaya, León Estelí, Tipitapa y Sébaco. Hay además 43 desaparecidos.
El Gobierno informaba el viernes de 10 muertos, entre ellos un policía, y 88 heridos. Ortega culpó de la revuelva a “pequeños grupos de la oposición”, sin especificar a quién se refería. El sábado aceptó negociar con líderes empresariales su reforma de la Seguridad Social, que fue la causa inicial de las protestas. El domingo, el Gobierno decidió finalmente renunciar a sus planes.
Las Fuerzas Armadas de Nicaragua señalaron el sábado que se habían desplegado para proteger “entidades y objetivos estratégicos vitales para el funcionamiento del país”, y llamaron “ a la reflexión” y la “búsqueda de una solución por la vía del diálogo para encontrar una respuesta consensuada al tema que originó estos momentos de dolor”.