El fiscal general, Jeff Sessions, ha urgido a todos los fiscales de los estados fronterizos con México a que presenten cargos contra los inmigrantes que entren en el país sin visado siempre que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) o la Patrulla Fronteriza así se lo indiquen, según informa NBC News.
Ser un inmigrante indocumentado en Estados Unidos no es un crimen (por ejemplo, si un viajero se queda más allá de lo que su visado le permite), pero entrar en el país de forma ilegal sí. Se trata en concreto de una falta castigable con hasta seis meses de prisión, aunque aquellos que reinciden pueden recibir condenas más largas. Pero es necesario que los fiscales lo persigan como un delito, y no siempre lo hacen.
Sessions ha instado este viernes a mostrar “tolerancia cero” con los indocumentados porque la situación en la frontera sur es “inaceptable”. “El Congreso ha fallado a la hora de aprobar leyes más efectivas que sirvan al interés nacional”, ha señalado el fiscal general. “En consecuencia, ha surgido una crisis en la frontera sur que necesita de un esfuerzo escalado para perseguir a quienes entran de forma ilegal”, ha añadido.
“A aquellos que quieran retar el compromiso de la Administración [presidida por Donald] Trump con la seguridad pública, la seguridad nacional y el imperio de la ley, les advierto: entrar ilegalmente en este país no será recompensado, en su lugar se encontrarán con todo los poderes procesales del Departamento de Justicia”, ha añadido Sessions. A sus fiscales, les ha “urgido” a “promover y hacer cumplir el imperio de la ley”, que es “vital para proteger una nación, sus fronteras y a sus ciudadanos”. “Ustedes cumplen un papel crítico para esos objetivos”, ha añadido.
Esta medida se une al endurecimiento de la política migratoria impulsada por Trump desde el domingo, que incluye el envío de hasta 4.000 guardias nacionales a la frontera, y una reforma legal que complicaría el proceso de asilo y facilitaría la deportación de inmigrantes.