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¿Qué es Pueblo sin Fronteras, organizador de la caravana que enfurece a Trump?

La organización no es nueva y está sorprendida de haber provocado la ira del presidente de Estados Unidos

Rodeado de madres, niños y jóvenes de la comunidad LGBT que han estado caminando por México camino a la frontera con Estados Unidos, a Rodrigo Abeja le costaba creer que el presidente Donald Trump los considere peligrosos.

Abeja es uno de los principales organizadores de Pueblo Sin Fronteras, que durante más de 15 años ha guiado a los inmigrantes hasta Estados Unidos a través de caravanas para ayudarlos a buscar asilo en otros países.

"Estas personas están frustradas y desesperadas", dijo Abeja en español en una entrevista con NBC News de México.

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Los voluntarios del grupo ayudan a los inmigrantes a permanecer juntos para protegerse del peligro en el camino, incluidos los delincuentes y los elementos naturales, pero también para eludir a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.

Hermanos salvadoreños duermen en un campo de fútbol. Félix Márquez/AP

La organización había sido relativamente desconocida para la mayoría de los estadounidenses hasta que el presidente comenzó a tuitear sobre las personas que Abeja y otros voluntarios comenzaron a acompañar a la frontera durante la Semana Santa, la última semana de la Cuaresma conmemorada por los cristianos.

Los tweets del presidente se produjeron después de que Buzzfeed publicara una historia titulada "Una caravana enorme de centroamericanos se dirige a Estados Unidos, y nadie en México se atreve a detenerlos".

Las caravanas se conocen en español como el Via Crucis de los Migrantes. Se diseñaron después de las procesiones de las Estaciones de la Cruz celebradas por los católicos latinoamericanos para marcar y "reconstruir" los días finales de Jesús desde el enjuiciamiento hasta su entierro.

En tales procesiones, alguien interpreta a Cristo llevando una cruz de madera y la gente de la congregación o comunidad lo sigue. De manera similar, los voluntarios de Pueblo Sin Fronteras y otros grupos acompañan a los migrantes en una caravana que viaja en autobuses, trenes y a pie.

Pueblo Sin Fronteras también tiene un refugio para inmigrantes.

Abeja dijo que la caravana de este año es diferente a la de años anteriores y que hay motivos de preocupación, pero no del tipo que planteó Trump en sus tweets.

El activista, que ha estado ayudando con las caravanas desde 2013, dijo que alrededor de 1,175 personas participaron en la caravana este año, algunos huyendo de la violencia de pandillas en El Salvador y muchos más de Honduras que en años anteriores.

"Alrededor del 80 por ciento de ellos son de Honduras", dijo. "Tenemos alrededor de 300 menores que van desde 1 mes hasta 11 años de edad. Del resto de la población, tenemos alrededor de 20 jóvenes que se identifican como LGBT y alrededor de 400 mujeres".

Abeja dijo que los hondureños en la caravana están huyendo de la crisis política continua y la violencia que se intensificaron en noviembre con la elección del presidente Juan Orlando Hernández. Esta fue vista como fraudulenta y estuvo seguida por violentas protestas que concluyeron con un toque de queda impuesto por los militares.

Inmigrantes descansan en el pueblo mexicano Matías Romero/Félix Márquez, AP

Al menos 30 personas murieron tras las elecciones en Honduras.

La Organización de Estados Americanos pidió que se realizaran nuevos comicios luego de encontrar "irregularidades y deficiencias" en el proceso electoral hondureño, pero Estados Unidos reconoció el resultado sin insistir en otra elección o una revisión de los resultados.

El gobierno de Obama enfrentó un aumento en las llegadas de inmigrantes de América Central en 2014, en su mayoría mujeres y niños, a través de la frontera entre México y EEUU.

Las cifras obligaron a la administración a establecer refugios de emergencia y un centro de detención familiar en Texas. El gobierno también fue criticado por algunos de los pasos que tomó para frenar ese flujo migratorio.

Trump cerró el Programa de Menores Centroamericanos, que fue establecido por la administración Obama para proporcionar un medio para que los niños centroamericanos, y más tarde los adultos jóvenes rechazados por su condición de refugiados, puedan obtener una estadía temporal en EEUU si ya tenían a sus padres aquí.

Las condiciones que provocaron la situación de 2014 todavía existen en América Central hoy en día, dijo Daniella Burgi-Palomino, asociada principal del Grupo de Trabajo de América Latina, que emitió un informe el martes.

"La gente no se está yendo por razones económicas o para aprovechar un sistema en EEUU", dijo Burgi-Palomino. "Tienen verdaderos reclamos válidos de temor a regresar al país. No tienen acceso a la justicia. La crisis de refugiados del Triángulo del Norte no ha terminado".

Cuando llegan a México, los migrantes hondureños visitan diferentes embajadas y consulados, incluido el de EEUU, para intentar ser reconocidos oficialmente como solicitantes de asilo.

"Estas son personas que han quedado varadas en Tapachula, México, en espera de refugio. La mayoría de ellos tiene que esperar un año o más y la mayoría es rechazada", dijo Abeja, quien describe el sistema de asilo de México como "desmoralizante y agotador".

"Cuando México los rechaza, el siguiente paso es ir a Estados Unidos, y la manera más segura y organizada de hacerlo es a través de la caravana", señaló Abeja.

Después de que los tweets de Trump lanzaran una atención sin precedentes a las caravanas, Abeja y el equipo de Pueblo Sin Fronteras tuvieron que replantearse cómo ayudar a estos migrantes.

Pueblo Sin Fronteras estaba organizando una jornada para que expertos legales revisaran los casos de todas las personas en la caravana y determinaran quién tiene casos de asilo con mayores probabilidades de ganar, dijo Abeja. Los que lo hagan continuarán con la caravana.

El resto debe permanecer en México, enfrentando el mismo proceso de asilo que ya rechazó a la mayoría de ellos.