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Pasó 23 años en la cárcel. Era inocente. Ahora vuelve con los Chicago White Sox

Este hombre regresó este lunes a trabajar al estadio de los Chicago White Sox como si fuera un día cualquiera. Pero llevaba 23 años sin ir: los 23 años que pasó en la cárcel por un asesinato que no había cometido. Te contamos su historia.
Trabajadores extienden una lona para la lluvia en el estadio Guaranteed Rate Field el pasado 3 de abril.
Trabajadores extienden una lona para la lluvia en el estadio Guaranteed Rate Field el pasado 3 de abril. AP / AP

Como si fuera un día normal, Nevest Coleman volvió a las siete de la mañana del lunes a trabajar como jardinero en el campo de beisbol de los Chicago White Sox. “Te he guardado el sitio, sabía que volverías”, le dijo su jefe, Roger Bossard, tras recibirle con un abrazo. Coleman caminó hasta la tercera base, maravillado de cuánto había cambiado el estadio. Había tardado 23 años en volver.

Los 23 años que pasó en la cárcel por un delito que no había cometido.

Coleman, que ahora tiene 49 años, fue condenado en 1994 por la violación y asesinato de una mujer de 20 años que fue hallada muerta en el sótano de la casa donde vivía en Chicago (Illinois). En un primer momento, Coleman confesó ser culpable, pero luego se desdijo. Fue liberado el pasado mes de noviembre, después de que las muestras de ADN del crimen fueran vinculadas con otra persona. Y un juez del condado de Cook certificó su inocencia este mes.

“Su primer deseo, antes incluso que una hamburguesa, era trabajar para los White Sox”, explicó su primo, Richard Coleman. “Y eso exactamente fue lo que les dije”.  El equipo de beisbol le hizo una entrevista de trabajo. Y le devolvió su antiguo empleo, contento de que “se haya hecho justicia” y haya “vuelto con la familia de los White Sox”.

El lunes, Coleman saludó a sus antiguos colegas, y luego se puso su uniforme amarillo, sus guantes y sus gafas protectoras, y empezó a limpiar el suelo.