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¿Cómo ejecutar la pena de muerte si la inyección letal caduca? Las alternativas asustan

Los problemas con la inyección letal están frenando la pena de muerte. Se están probando otros métodos, pero son polémicos o terroríficos: te contamos cuáles son y qué problemas tienen.
Cámara de ejecución por fusilamiento en Utah, en una imagen de 2010.
Cámara de ejecución por fusilamiento en Utah, en una imagen de 2010. AP / AP

La inyección letal es el principal instrumento de la pena capital en Estados Unidos. En lo que va de año han sido ejecutadas seis personas; todas ellas con este método. El año pasado fueron 23, también por inyección letal. Desde 1999 (cuando se alcanzó el récord de ejecuciones, 98, según el Centro de Información de la Pena de Muerte, 94 de ellas con este método), la pena de muerte ha ido declinando. Las dificultades a las que se enfrenta la inyección letal han contribuido a oscurecer el horizonte de este castigo, pero también han provocado que algunos estados se planteen métodos ahora en desuso para seguir aplicando la pena capital, como el uso del gas nitrógeno o el pelotón de fusilamiento.

En Carolina del Sur, la ley estatal permitía desde 1995 a los condenados elegir entre la inyección letal y la silla eléctrica. La última ejecución se produjo en 2011, debido a los problemas de suministro de las drogas que componen la inyección letal. [El reo] elige la opción que no puede llevarse a cabo, extendiendo su vida indefinidamente”, explicó el senador William Timmons, promotor de una ley aprobada el pasado 7 de marzo. En caso de ser refrendada por la Cámara de Representantes y por el gobernador, obligaría a electrocutar a los condenados que no puedan ser ejecutados por la inyección letal, según informa la agencia The Associated Press.

Carolina del Sur es uno de los nueve estados que aún mantienen la silla eléctrica (sólo 14 de los 871 ejecutados desde el año 2000 en todo el país han muerto así, el último en 2013 en Virginia). En algunos estados, como Georgia y Nebraska, se ha declarado inconstitucional. El problema es que las drogas para la inyección letal caducaron en Carolina del Sur hace tiempo, y las empresas farmacéuticas que las fabrican (Pfizer, entre otras) se niegan a vender más por motivos éticos.

En Oklahoma, tras enfrentarse durante meses al mismo problema, el fiscal general, Mike Hunter, y el director del Departamento Correccional, Joe Allbaugh, anunciaron el 14 de marzo que usarían nitrógeno gaseoso para ejecutar a los condenados, convirtiéndose en el primer estado en usar este método (hay cuatro estados con cámara de gas: Arizona, California, Missouri y Wyoming).

La inyección letal se compone de midazolam (un sedante que deja al preso inconsciente), bromuro de vecuronio (un relajante muscular que detiene la respiración) y cloruro de potasio (que paraliza el corazón).

En abril de 2017, Arkansas programó ocho ejecuciones en sólo 10 días porque sus dosis de midazolam iban a caducar. Los reos presentaron alegaciones para lograr retrasar su muerte hasta después de la fecha de caducidad, pero sólo cuatro lo lograron. El pasado 1 de marzo se repitió la historia: las dosis de bromuro de vecuronio caducaban ese día, así que el estado trató sin éxito de ejecutar a tres reos antes.


En Florida, el 25 de agosto de 2017 fue ejecutado Mark Asay con una droga nunca antes utilizada (etomidato, que sustituía al midazolam). En Tennessee, se tomó en 2014 la misma decisión que ahora se plantea Carolina del Sur, usar la silla eléctrica (aún no se ha hecho). En Utah, en 2015 se optó por el pelotón de fusilamiento (tampoco se ha empleado aún). Y en Nevada y Nebraska han optado por el fentanilo, la droga opioide que está devastando Estados Unidos (hasta ahora, tampoco se ha ejecutado a nadie así).