En su país lo amenazaron de muerte y logró huir, pero es en Estados Unidos, al que llegó buscando asilo, donde su vida se ha convertido en un infierno. Hace un año y cuatro meses que Ansly Damus está encerrado, los últimos doce meses sin poder salir, confinado en un cuarto sin ventanas.
“No he respirado aire fresco o sentido el sol en mi cara, y nunca sé si afuera hace frío o calor, si ya salió el sol, si cambian las estaciones”, dijo Damus, según reportó la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés).
Damus llegó de su natal Haití a la frontera en Calexico, Texas, huyendo de la persecución por parte de un grupo armado. Ahí se entregó a las autoridades y pidió asilo. Pasó las pruebas necesarias y un juez de inmigración se lo concedió, dos veces. En ambas ocasiones el gobierno de Estados Unidos apeló su demanda, y lo mantuvo detenido.
El caso de Damus es parte de la demanda que ACLU está presentando contra el gobierno de Estados Unidos, considerando que encierra ilegalmente a inmigrantes que buscan asilo, y viola las leyes de inmigración.
Una directiva de 2009, promovida por el entonces presidente, Barack Obama, instruía a ICE otorgar, en ciertos casos, una libertad condicional humanitaria, permitiéndole a los solicitantes de asilo ser liberados, bajo condiciones estrictas. A Damus no se le ha concedido esa libertad.
La demanda de ACLU denuncia que casos como el suyo violan la Quinta Enmienda, la cual prohíbe que se prive de libertad a una persona sin el debido proceso. Hace falta una razón válida para mantener a alguien tras las rejas. Los que padecen esta política, alega la ACLU, están huyendo de la persecución, la tortura y la muerte.
Todo empezó para Damus mientras daba clases de ética, en Grand-Rivière-du-Nord, Haití. Durante un seminario, se atrevió a criticar a un político local. Entonces vino por él un grupo armado. Estaba camino a casa cuando lo atacaron, lo golpearon y le prendieron fuego a su motocicleta. Diez días después dejaba su país para salvar su vida.
Eso fue hace 16 meses. Su vida sigue detenida.