La directora de Comunicación de la Casa Blanca, Hope Hicks, una de las aliadas más cercanas al presidente, Donald Trump, ha renunciado a su puesto, según han informado este miércoles fuentes oficiales a la cadena NBC.
Hicks, de 29 años, que fue modelo y se unió al equipo de Trump en 2016, durante la campaña electoral, llevaba meses planteándose su marcha, según informa el diario The New York Times. Sin embargo, su renuncia se produce tan sólo un día después de testificar durante ocho horas ante el Comité de Inteligencia del Senado, dentro de la investigación sobre los supuestos lazos del equipo de campaña de Trump con el Gobierno ruso.
“No tengo palabras para expresar adecuadamente mi gratitud al presidente Trump. Le deseo a él y a su Administración lo mejor en su liderazgo del país”, ha indicado Hicks en un comunicado.
El presidente, por su parte, ha señalado mediante otro comunicado: “Hope es extraordinaria y ha hecho un gran trabajo durante los últimos tres años. Es inteligente y considerada como la que más, realmente un gran persona. Voy a echar de menos tenerla a mi lado, pero cuando me planteó que quería perseguir nuevas oportunidades, lo entendí por completo. Estoy seguro de que volveremos a trabajar juntos en el futuro”.
Hicks ejerció como directora estratégica de Comunicaciones entre enero y septiembre de 2017, tras actuar como jefa de prensa durante la campaña presidencial y la transición de las elecciones a la Casa Blanca. En agosto, se convirtió en directora de Comunicaciones tras la salida de Anthony Scaramucci.
Se suma así a la larga lista de dimisiones o despidos en la Casa Blanca. Cerca de un tercio de los altos cargos de la Administración dejaron su puesto durante el primer año de Gobierno de Trump, una cifra tres veces superior a lo ocurrido con el demócrata Barack Obama. Esta rotación ha afectado especialmente a los puestos de comunicaciones, donde, además de Scaramucci, salió o fue despedido el primer jefe de prensa de Trump, Sean Spicer.