Tras meses de negociaciones secretas, un oscuro individuo de nacionalidad rusa obtuvo 100.000 dólares del espionaje estadounidense con la promesa de entregar a cambio un arma cibernética robada a la Agencia Nacional de Seguridad… e información comprometedora sobre el presidente, Donald Trump.
El dinero fue entregado en una maleta en un hotel de Berlín como adelanto de un pago total de un millón de dólares, según han relatado fuentes del espionaje europeo y estadounidense al diario The New York Times.
Los servicios de inteligencia estadounidenses dieron por roto el acuerdo tras el pago, al obtener, en lugar del material prometido de la Agencia Nacional de Seguridad, una información sin verificar y probablemente inventada sobre Trump que incluía correos electrónicos, cuentas bancarias y supuestos datos secretos rusos. Según el diario, el espionaje estaba preocupado además por la imagen que proyectaría en Washington si trascendía que estaba comprando información comprometedora sobre le presidente.
La operación se llevó a cabo en Europa durante el año pasado, con la ayuda de un empresario estadounidenses afincado en Alemania, para poder negar la implicación de los servicios de espionaje si hiciera falta. Se llevaron a cabo reuniones en pequeñas ciudades alemanas que habían servido de escenario de novelas de espionaje, y en hoteles de cinco estrellas de Berlín, e incluso se mandaron mensajes codificados a través de la cuenta de Twitter de la Agencia Nacional de Seguridad.
La historia, según el diario, acabó con los agentes estadounidenses expulsando al ruso de Europa Occidental, amenazando con detenerle si regresaba. El material sobre Trump se lo quedó el empresario estadounidense, y está ahora a buen recaudo en Europa.