nueva york, una ciudad santuario, publicó este miércoles nuevas directrices en las que establece que su policía no cooperará voluntariamente con agentes del servicio de inmigración y control de aduanas (ice) en procesos de deportación, salvo en casos de seguridad pública.
el alcalde de la ciudad, bill de blasio, señaló que su administración ha asegurado que los "oficiales y empleados de la policía no serán parte de una fuerza de deportación federal". las directrices prohíben además que las agencias municipales hagan acuerdos formales o informales que coloque a sus empleados bajo la supervisión de un oficial de inmigración.
de blasio explicó en un comunicado que con esta nueva guía y protocolos se busca que los inmigrantes se sientan confiados de interactuar con las autoridades para "proteger y promover la seguridad pública". precisó que las directrices establecen que las solicitudes de asistencia de funcionarios federales de inmigración serán revisadas previamente por autoridades locales.
el jefe de la policía de la ciudad, james p. o'neill, indicó que el trabajo de esta agencia es "luchar contra el crimen y mantener seguros a los neoyorquinos" y aclaró que no se encarga del "estado de inmigración individual". o'neill defendió en el mismo comunicado que el trabajo de la policía depende de que los neoyorquinos confíen en las autoridades y estén dispuestos a cooperar para garantizar la seguridad.
no obstante, el alcalde aclaró que la ciudad continuará cooperando con inmigración y otras agencias federales en ciertas circunstancias que incluyen casos de pandillas, tráfico humano y terrorismo.
también seguirán compartiendo información de individuos requeridos por inmigración que estén bajo custodia de la ciudad por haber sido convictos por delitos graves.
organizaciones proinmigrantes celebraron la iniciativa de la ciudad de permanecer como ciudad santuario y proteger que éstos no sean blanco de las agencias federales.