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Científicos analizan el lenguaje de Donald Trump sobre los inmigrantes

La retórica del Presidente busca presentar a extranjeros e inmigrantes como enemigos y amenaza para los Estados Unidos, dicen expertos de UCLA

Se trata de una historia escalofriante, digna de una película de guerra.

Estados Unidos es un gran castillo en la colina, y está bajo ataque.

Sus paredes y accesos están resquebrajados y sus crueles enemigos la invaden con la peor pestilencia, mientras los corruptos políticos venden su alma al diablo y existe solo un héroe que puede salvar al país y a sus ciudadanos legítimos.

Ese héroe es Donald Trump, y esta es la historia que emerge de de un análisis lingüístico de los 300 discursos y más de 5000 tuiteos de Donald Trump realizado por más de 40 profesores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

El estudio se concentró en el lenguaje, metáforas y otras herramientas de la retórica de Trump para referirse a la inmigración y a los inmigrantes.


Su narrativa no es casualidad, señalan los catedráticos, y es notablemente consistente con su intención de crear una imagen de los inmigrantes como criminales, peligro y enfermedad que solo sus soluciones pueden curar.

Los catedráticos resumieron sus hallazgos sobre el lenguaje de Trump en un documento titulado: LA INTENCIÓN DEL PRESIDENTE.


Estas son algunas de las conclusiones del análisis, publicado recientemente como borrador, para el que se usaron métodos científicos de investigación como el “análisis crítico de discurso”:

Trump generaliza lo peor sobre los inmigrantes:


El presidente usa palabras que abarcan a diferentes grupos y simplifica su imagen para crear un discurso político.

Por ejemplo, Trump utiliza la imagen de la pandilla “MS-13”, un grupo que es formado en su mayoría por ciudadanos de Estados Unidos (66% son nacidos aquí), para abarcar a todos los jóvenes afiliados con cualquier pandilla o que visten parecido a pandilleros.  


 

Otra forma en la que hace lo mismo es el uso de la frase “extranjeros criminales” para aludir a todos los inmigrantes y crear una imagen del inmigrante como delincuente, no importa su comportamiento.

Trump también menciona por nombre a doce estadounidenses que han fallecido a manos de inmigrantes, y los identifica con el resto de los estadounidenses y a sus asesinos, con el resto de los inmigrantes.

Trump pinta una imagen caótica del país y culpa a los inmigrantes.


El presidente insiste en que la mera existencia del país está en peligro debido a las olas de inmigración descontrolada y que esto es el resultado de la aplicación laxa de la política migratoria por parte de políticos estúpidos o cómplices.


 

Trump utiliza la frase y la imagen de “fronteras abiertas” para crear la idea de un país sin control, al que entran personas, drogas y enfermedades que lo acosan y debilitan.

México es el villano (sin excluir a otros países extranjeros)


Ningún presidente hasta Trump había repetido en tantas ocasiones y de diversas formas que el país vecino, principal socio comercial de Estados Unidos y con el que se comparten miles de millas de frontera, era un enemigo peligroso.

 
La aserción se repite de diversas maneras, pero el presidente traslada los problemas de México hacia Estados Unidos como si fueran un virus y los portadores del mismo son los inmigrantes.

De cuando en cuando, Trump incluye a los centroamericanos en su discurso, así como a los refugiados, como una amenaza que entra al país y pretende destruirlo.

Los estadounidenses son las víctimas de los extranjeros


En su retórica sobre los inmigrantes, los estadounidenses siempre son víctimas que sufren debido a la falta de un muro fronterizo o “débiles fronteras”.  Los estadounidenses, siempre maravillosos e inocentes, son víctimas de los inmigrantes que les quitan sus trabajos, los violan, cometen delitos y los matan.

Trump, el superhéroe


El presidente se presenta como un salvador para el público estadounidense, ya que promete: “Encontrar, arrestar, encarcelar y deportar” a todo delincuente extranjero en los Estados Unidos. También afirma que llevará justicia a “todas las madres que han perdido a su hijo a causa de la inmigración ilegal”, mediante el desfinanciamiento de las ciudades santuario de fondos federales y la construcción de un muro entre la frontera con Estados Unidos y México.