La mejor imagen de la familia real británica no la tomó uno de los cientos de fotógrafos profesionales que se arremolinaban a la salida de la iglesia de St. Mary Magdalene, en Norfolk (Inglaterra), al parecer perjudicados por el ángulo de visión desde la zona donde estaban confinados. La mejor imagen la tomó Karen Anvil, una mujer de 39 años pertrechada con un teléfono móvil, que ha encrespado a las redes sociales y espera poder llevar así a su hija a la universidad.
Anvil, vecina de Norfolk, capturó la sonrisa de los príncipes William y Harry, y de sus respectivas parejas, Catherine Middleton y Meghan Markle. Su secreto, según explicó a la radiotelevisión pública británica (BBC), fue “gritar ¡Feliz Navidad! como una idiota”. “Eso fue todo lo que hice, y conseguí que miraran”, añadió.
Su entusiasmo fue recompensado en un principio en la red social Twitter con miles de likes (su récord anterior habían sido cinco). Poco después empezó a recibir peticiones de medios de información para usar la foto. “Al principio les dije, sí, claro, usad la foto. No tengo ni idea de estas cosas”, explicó. Pero empezó a recibir sugerencias de que cobrara por ello y se ganará un aguinaldo.
“Lo que pasa es que, y odio tener que usar esto, pero soy una madre soltera, tengo dos trabajos, y estoy orgullosa, siempre he trabajado. Ahora quiero ahorrar dinero para que mi hija vaya a la Navidad y puedo hacerlo, tengo la oportunidad y es increíble”, ha explicado Anvil a la BBC.