por mucho que algunos políticos sigan pensando que se trata de puro alarmismo innecesario, el cambio climático y sus consecuencias se hacen cada día más visibles.
esto es lo primero que nos viene a la mente cuando observamos con consternación las imágenes de un oso polar, adulto, pero no anciano, que terminó desfalleciendo y perdiendo la vida por inanición.
durante semanas, el pobre animal no halló qué comer.
se trata del resultado de la investigación de paul nicklen, un biólogo y fotógrafo quien, durante años, ha estado mostrando el enorme daño que el cambio climático, el calentamiento global y el deshielo paulatino de los casquetes polares está produciendo en la vida animal, específicamente en los osos polares.
nicklen se encontraba en compañía de su colega, la mexicana cristina mittermeier, en la isla de baffin, en el ártico canadiense, cuando observaron a un oso extremadamente delgado, que apenas se podía sostener, y con visibles signos de estar a punto de un colapso.
“es una escena aplastante que todavía me atormenta -escribió el científico en su cuenta de instagram-, pero sé que debemos compartir tanto lo bello como lo desgarrador si queremos derribar los muros de la apatía.”
como se puede observar, el oso desnutrido ha accedido a una zona donde en otro momento existió un asentamiento de exploradores y allí busca entre los viejos basureros.
“todo mi equipo estaba luchando contra las lágrimas y sus emociones mientras grabábamos a este oso moribundo -prosigue nicklen-. así es cómo se ve el hambre: los músculos se atrofian, sin energía. es una muerte lenta y dolorosa".
las imágenes que dan cuenta de las últimas horas de este animal han sido visitadas por más de un millón de internautas en menos de 72 horas.
las causas de este desastre, ya lo hemos dicho, son conocidas. “cuando los científicos dicen que los osos polares se extinguirán en los próximos 100 años, pienso en la población mundial de 25.000 osos muriendo de esta manera -explica-. la simple verdad es esta: si la tierra continúa calentándose, perderemos osos y ecosistemas polares enteros. este gran oso macho no era viejo, y murió a las pocas horas o días".
lamentablemente, la escena no es nueva. en 2015, el propio paul nicklen hizo públicas unas imágenes similares durante un viaje a noruega.
nicklen relata que la sorpresa fue encontrar “dos osos muertos, y otras expediciones encontraron más. estaban tan flacos que parecía que habían muerto de hambre debido a la ausencia de hielo marino, ya que en esas condiciones no hay posibilidad de cazar focas”.
de acuerdo con todos los estudiosos, con el calentamiento de las aguas, se deshacen los bloques sólidos de hielo que les permiten a los osos sostenerse y acceder a las zonas donde se encuentran las colonias de focas, su mayor fuente nutricional.
según charmain hamilton, investigador del instituto polar noruego, “antes del deshielo marino, el hielo terrestre aguantaba en las zonas costeras hasta finales del verano”. gracias a esas pequeñas plataformas, los osos podían realizar su caza con cierta asiduidad, pero ahora han tenido que modificar hábitos, contentándose con ingerir huevos de patos, gansos y gaviotas, cuando los encuentran.
en una charla ted realizada en 2011, el propio nicklen ya abundaba sobre el peligro del deshielo debido al calentamiento de las aguas marinas.
ahora, nick;en aprovecha para seguir educándonos sobre cómo evitar males mayores: “debemos reducir nuestra huella de carbono, comer la comida adecuada, dejar de talar nuestros bosques y comenzar a poner en primer lugar la tierra, nuestro hogar”.
un conteo de la organización polar bears international, citada por national geographic, estima que "quedan menos de 25.000 osos polares en estado salvaje. por ejemplo, entre 2001 y 2010, una población de las inmediaciones del mar de beaufort, ubicado en territorio canadiense, se desplomó casi 40%, de 1,500 a 900 individuos”.