Miami, Fl.- A finales del mes de noviembre nació en el Centro Médico de la Universidad de Baylor de Dallas (Texas) el primer bebé de un útero trasplantado en Estados Unidos, un hecho que ha sido señalado como un “hito” en el campo de la cirugía en una intervención que aún está en fase experimental y que ha generado algunas críticas al tratarse de un procedimiento que no salva vidas.
La mujer que dio a luz, y que prefiere guardar el anonimato, recibió el útero de Taylor Siler, una enfermera de 36 años y madre de dos hijos, de 6 y 4 años. El bebé es el primero en Estados Unidos que nace de un útero trasplantado y el noveno en el mundo, de acuerdo a la revista Time que dio la exclusiva de la noticia.
Siler donó su útero el año pasado, una decisión que tomó tras haber visto en su familia a personas con dificultades para concebir. “No es justo, creo que si le podemos dar a la gente más opciones, eso es increíble”, dijo a Time.
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De acuerdo a algunos expertos, se trata de un procedimiento que puede beneficiar a miles de mujeres con problemas de fertilidad en todo el mundo, como aquellas mujeres que nacieron sin útero o a las que les fue extirpado por un cáncer, por ejemplo.
Sin embargo, hay otros expertos que cuestionan este tipo de procedimientos. Éstos opinan que no debe superar la fase experimental, pues conllevan riesgos y costos. Al respecto, Vivian Ho, directora del centro de Salud y Biociencias de Rice University (Houston, Texas) sostuvo: “No salva vidas, pero crea vidas. Le servirá a muchas mujeres”, subrayó.
“Este es el primer nacimiento exitoso de una paciente con un trasplante de útero en Estados Unidos. Es un hito en nuestro trabajo de resolver factores uterinos de infertilidad, y, más importante aún, es un hermoso momento de amor y esperanza para una madre a quien le dijeron que nunca podría tener hijos propios”, dijo el principal investigador de los ensayos clínicos de trasplante uterino del centro Baylor, Giuliano Testa.
Desde el Centro Médico Baylor explican que los trasplantes de útero se realizan en cinco pasos. El primero, la fecundación in vitro, momento en el que la paciente es sometida a un tratamiento de fertilidad. Una vez que se logra la fecundación in vitro los embriones se congelan. Es en ese momento cuando se realiza el trasplante de útero. Tras la cirugía se trata a la paciente con inmunosupresores para evitar que el cuerpo de la paciente rechace el nuevo órgano. Tras ello, y en un plazo no mayor a un año, se implanta el embrión congelado y, por último, si todo marcha como lo esperado se produce el embarazo.
Este tratamiento ronda el medio millón de dólares, al menos en Estados Unidos, de acuerdo a los expertos en fertlidad. El centro Baylor ha costeado los primeros diez tratamientos de este tipo y espera empezar a recaudar fondos para acometer una segunda fase de este tipo de procedimientos.
Cabe destacar también que el trasplante es temporal. Es decir, el útero se deja implantado en la paciente el tiempo suficiente para dejar a la mujer receptora que tenga uno o dos hijos. Pasado este tiempo se retiraría el útero y de esta forma la paciente dejaría de tomar los inmunosupresores.
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