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Aumenta el drama entre demócratas y republicanos en la lucha por los “Dreamers”

Ambos partidos tienen que negociar los fondos para evitar un cierre parcial del gobierno el mes próximo

Ambos partidos tienen que negociar los fondos para evitar un cierre parcial del gobierno el mes próximo

El presidente Donald Trump acusó nuevamente a los principales líderes demócratas del Congreso de querer provocar un cierre del gobierno al no sentarse a negociar una ley de gastos del gobierno, en medio de un creciente drama en la lucha por el futuro de los “Dreamers”.

El día comenzó y terminó con acusaciones de Trump de que los demócratas son “débiles” en la lucha contra el crimen y contra la inmigración ilegal.

Flanqueado por dos sillas vacías que debían ocupar los líderes de la minoría demócrata, el senador Chuck Schumer, y la legisladora Nancy Pelosi en la Cámara de Representantes, Trump repitió la queja que hizo en la mañana de que los demócratas “quieren que la gente ilegal siga inundando nuestra frontera, y eso está causando muchos problemas”, además de que quieren “aumentar los impuestos”.

“Decidieron no venir. Solo hablan y no toman acción, y ahora es peor. Ahora ni hablan”, se quejó Trump, sentado a la mesa con los republicanos y miembros de su Administración.

Schumer y Pelosi dijeron en un comunicado conjunto que no asistirían a la reunión con Trump y los líderes republicanos, Mitch McConnell y Paul Ryan, presidente de la Cámara Baja, porque no iban a perder el tiempo en un “show” que no arroja resultados, y menos si los republicanos no negocian de buena fe.

Pelosi, a su vez, acusó a  Trump de mostrarse con las silla vacías porque, a su juicio, le interesan más los “trucos” que responder a las necesidades del electorado, y se compadeció, en tono de burla, de que McConnell y Ryan se hayan prestado como “piezas de utilería”.

Trump había convocado la reunión en la Casa Blanca con los principales líderes demócratas y republicanos de ambas cámaras del Congreso para hablar del plazo que tienen los legisladores para aprobar un megaproyecto de ley de gastos, y así impedir un cierre parcial del gobierno el próximo 8 de diciembre.

El mandatario no admitió, ni en Twitter ni en la Casa Blanca, que él mismo causó la escaramuza de hoy al acusar a la oposición de no querer negociar de buena fe.

“No es a través de Twitter que se gobierna, que se financia el gobierno, y no es forma seria de negociar legislaciones. Creo que Schumer y Pelosi tuvieron la razón en decir ´ya basta´… esto es como un teatro kabuki, un drama político en el que cada uno juega una parte, pero hay demasiado en juego y los dos partidos tienen que negociar”, dijo a este diario Angela Kelley, analista del “Open Society Policy Center”.

Las negociaciones políticas se han complicado porque los demócratas quieren que la ley de gastos, o cualquier medida de obligada aprobación, incluya el “Dream Act” para la legalización de los “Dreamers”.

Trump canceló el programa de “acción diferida” (DACA) de 2012, dejando expuestos a la deportación a los cerca de 750,000 jóvenes indocumentados que quedarán sin ese alivio temporal una vez que venzan sus permisos.

En su afán por quedar bien con su base, Trump ha mantenido una línea de “mano dura” contra los inmigrantes indocumentados, pero también le prometió a los “Dreamers” una solución “con corazón”.

Sin embargo, en una reciente reunión con líderes republicanos, Trump cambió de parecer y dijo oponerse a que el “Dream Act” sea incluido en la ley de gastos.

Los demócratas, respaldados por grupos progresistas y pro-inmigrantes en todo el país, han dejado en claro que no aceptarán trueques de “muro por los Dreamers”, y que los republicanos necesitarán su apoyo para aprobar los fondos del gobierno.

Si no se aprueban, las agencias de la burocracia federal tendrían que suspender las operaciones no viales para la seguridad nacional, lo que provocaría el despido de decenas de miles de trabajadores públicos, y el cierre de instituciones que dependen del turismo, entre otras entidades.

Conocido por su uso de superlativos, Trump calificó como “fenomenal” la reunión que sostuvo antes en el Capitolio con líderes republicanos del Senado, poco antes de que el Comité de Presupuesto  aprobase un polémico plan de recortes por $1,5 billones un plazo de una década.

Los demócratas también mantienen un frente abierto con los republicanos y la Casa Blanca en torno a la reforma tributaria, especialmente porque varios análisis indican que los principales beneficiados serán los ricos, incluyendo la familia de Trump, y las corporaciones.

Ryan ha mantenido que como Trump dio plazo hasta el 5 de marzo de 2018 para encontrar una solución legislativa al “DACA”, no hay prisa ahora para votar el “Dream Act”.  En ese sentido, también calificó de “lamentable” que los demócratas se hayan ausentado de la reunión.

Por su parte, también McConnell echó lodo a los demócratas al observar que él jamás ha despreciado una oportunidad para ir a la Casa Blanca.

Bajo el proceso legislativo, el Congreso aprueba leyes y el presidente las firma, por lo que es imposible no sentarse a negociar con la Casa Blanca, explicó McConnell.

Preguntado sobre si habrá un cierre del gobierno, Trump dijo que si llega a ocurrir será “absolutamente” por culpa de los demócratas.

“Si ocurre, será por los ilegales que se desbordan a este país, del crimen que se desborda a este país, sin un muro , que todo el mundo quiere. Salí elegido en parte por el muro”, afirmó Trump.

Pero el mandatario omitió que la mayoría de las encuestas muestra apoyo al “Dream Act” y mucho escepticismo por el plan de recortes de impuestos que, según un análisis del Congreso, más bien perjudicará a la clase media, y a los pobres que dependen de programas de beneficencia pública.

Activistas de la comunidad inmigrante prometieron hoy que continuarán presionando por la aprobación del “Dream Act” por considerarlo un imperativo moral y económico.