Menos de un día después de la muerte de ocho personas en un atentado terrorista en Nueva York, el presidente, el republicano Donald Trump, ha usado el ataque para criticar políticamente al Partido Demócrata, y en concreto a su líder en el Senado, Chuck Schumer, y como argumento para cambiar las leyes migratorias. Trump quiere eliminar la lotería de visados de diversidad y “la emigración en cadena” (es decir, el derecho de un residente a traer a sus familiares).
Un terrorista con 'green card'. El presunto autor de la matanza, Sayfullo Saipov, de 29 años, llegó a Estados Unidos en marzo de 2010 gracias a la lotería de diversidad, y era residente legal con green card. Trump ha arremetido esta mañana en la red social Twitter contra este sistema, que ha atribuido a Schumer; y ha defendido su reforma migratoria, que aspira a entregar los visados con un sistema de puntos por méritos. Poco después, ha instado al Congreso a eliminar los visados de diversidad.
Saipov, originario de Uzbekistán, no estaba siendo investigado por el FBI pero tenía vínculos con personas sospechosas bajo vigilancia. Según el gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, el presunto terrorista, que vivía en Nueva Jersey, se radicalizó en Estados Unidos. Cuomo ha asegurado que politizar el atentado no sólo es “contraproducente” sino que además hace el juego a los terroristas; en su opinión, las declaraciones de Trump son inexactas y no tienen relevancia dentro de la investigación en curso.
El presidente ha publicado hoy en Twitter: “El terrorista llegó a nuestro país a través de lo que se conoce como ‘Programa de Lotería de Visados de Diversidad’, una maravilla de Chuck Schumer. Yo quiero [un sistema] basado en méritos!”. “Estamos luchado duro por inmigración basada en méritos, no más sistemas democráticos de lotería. Tenemos que ser MUCHO más duros (y listos)”, añadió Trump.
Una medida de los años 60. La lotería de diversidad depende de la ley migratoria aprobada en los años 60, que fue modificada en el año 1990 a iniciativa originalmente del senador demócrata Ted Kennedy; fue validada por el Congreso (mayoritariamente demócrata) y firmada por el entonces presidente, el republicano George W. Bush.
“Supongo que no es demasiado pronto para politizar una tragedia”, ha respondido irónico en Twitter esta mañana Schumer. El senador intentó en 2013 modificar las leyes migratorias, lo que incluía eliminar la lotería de visados, como ha reconocido en Twitter el senador republicano Jeff Flake; la medida murió en la Cámara de Representantes, de mayoría republicana.
La reforma del presidente. Trump respaldó en agosto una reforma de las leyes de migración para incentivar la llegada de extranjeros con alta formación educativa y profesional en detrimento de mano de obra poco cualificada. Este nuevo sistema limitaría además los visados a familiares de inmigrantes establecidos ya en el país. Además, eliminaría la lotería de diversidad, que concede 50.000 permisos de residencia anuales por sorteo prácticamente al azar (sólo elimina a los países de donde más inmigrantes llegan por otras vías).
El sistema de puntos valoraría, entre otros criterios, la edad, la educación, el nivel de inglés, si se tiene una oferta de trabajo y con qué sueldo, y otros méritos extraordinarios (una medalla olímpica o un premio Nobel). Lea aquí si usted cualificaría.
“Queremos a gente que ayude a nuestro país, que mantenga a nuestro país seguro, no queremos loterías que dejen entrar a la gente errónea, no queremos inmigración en cadena que permita entrar a muchos miembros de su familia”, ha señalado esta mañana Trump en un acto público.
Los soñadores, en el medio. Trump envió en octubre al Congreso un listado de propuestas en el marco de la negociación para legalizar la situación de los soñadores que incluía, entre otras medidas, un recorte profundo del sistema de visados, la contratación de 10.000 nuevos agentes migratorios, y la construcción del muro en la frontera con México. "Este listado va mucho más allá de lo que resulta razonable, fracasa a la hora de intentar cualquier acuerdo”, respondieron los líderes demócratas, el propio Schumer y la portavoz en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Los planes de Trump desbordan las iniciativas en marcha en el Congreso para hacer frente a la decisión del presidente de finalizar el programa de la Condición de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en sus siglas en inglés). Los proyectos de ley en discusión se reducen a solucionar el problema de los soñadores, no en realizar una reforma completa de las leyes migratorias.
El problema es que difícilmente queda tiempo para ello antes del 5 de marzo, la fecha en la que, si no hay solución legislativa, cerca de 800.000 jóvenes llegados al país de forma ilegal cuando eran niños de la mano de sus padres volverán a estar en peligro de ser deportados.