Todo está relacionado. Sale a la luz una denuncia contra el actor Kevin Spacey por acoso sexual y la compañía Netflix aprovecha para anunciar que ha paralizado la producción de su serie estelar “House of Cards”, centrada de los manejos truculentos del presidente de los Estados Unidos Frank Underwood.
Desde hace ya algún tiempo, según varias fuentes, se había anunciado que esta, la sexta, sería la última de las temporadas del proyecto que Spacey comparte con la enigmática actriz Robin Wright y otros excelentes actores, en una serie que ha llegado a cautivar a millones de espectadores desde que salió al aire en febrero de 2013.
Pero esta semana la acusación contra Kevin Spacey, quien hace 31 años habría acosado sexualmente al actor Anthony Rapp, entonces un adolescente de 14 años, ha provocado que los directivos de la compañía de streaming, así como de la productora Media Rights Capital, decidan paralizar los rodajes para “revisar la situación actual y abordar cualquier inquietud de nuestro reparto y nuestro equipo”, según un comunicado hecho público esta tarde.
Esta semana, luego de que se conociera el relato de Rapp, Spacey, de 58 años, aseguró no recordar nada de aquel incidente, pero de todos modos se disculpó por su actitud de entonces.
“Si me comporté como lo describe -escribió el actor en Twitter-, le debo la una disculpa sincera por lo que hubiera sido un comportamiento borracho profundamente inapropiado, y lo siento por los sentimientos que describe haber llevado consigo todos estos años”.
Como si esto no bastara, y en un claro acto de desvío de la atención, Spacey aprovechó el escándalo para comunicar a la opinión pública su decisión de vivir como hombre homosexual.
“Esta historia me ha alentado a hablar de otras cosas sobre mi vida -declaró Spacey en un comunicado-. Como saben las personas más cercanas a mí, en mi vida he tenido relaciones tanto con hombres como con mujeres. He amado y tenido encuentros románticos con hombres a lo largo de mi vida, y elijo ahora vivir como un hombre homosexual.”
Aunque esto último parecía ser un secreto a voces en Hollywood, ha sentado muy mal que Spacey haya aprovechado un momento incómodo en su carrera para hacerlo público, sobre todo cuando queda al descubierto su intención de justificar una cosa con la otra.
También desde Twitter, el actor Billy Eichner escribió: “No. Absolutamente no. No. Kevin Spacey acaba de inventar algo que nunca existió antes: un mal momento para ‘salir del closet’”.
“No a la declaración de Kevin Spacey. No -expresó Dan Savage, de Savage Love, igualmente en Twitter-. No hay una cantidad de borrachos o escondidos [de su sexualidad] que excusen o expliquen lo que es agredir a un niño de 14 años.”
“Es profundamente triste y preocupante que sea así como Kevin Spacey haya decidido hacerlo público -tuiteó por su parte Zachary Quinto, quien compartió trabajo con Spacey en “Margin Call”-. No presentándose como un motivo de orgullo (…), sino como una manipulación calculada para desviar la atención de una acusación muy seria sobre un intento de acoso”.
“Lamento que Kevin solo haya considerado apropiado reconocer su verdad cuando pensó que le serviría, al igual que su negación le sirvió durante tantos años. Que la voz de Anthony Rapp sea la que se amplifica aquí. Las voces de las víctimas son las que merecen ser escuchadas”, concluyó.
Cuando por muchas vías el colectivo gay ha insistido en deslindar la homosexualidad de la pederastia y del acoso sexual, la noticia dada por Anthony Rapp sobre Kevin Spacey, y el anuncio de este sobre su condición sexual llegan en mal momento, pues inevitablemente no podrá separarse un dato del otro.
De acuerdo con el relato de Anthony Rapp a BuzzFeed News, Spacey, quien entonces tendría 26 o 27 años, se subió encima suyo en una cama, en una fiesta que tuvo lugar en Nueva York, en 1986. El futuro actor de “Star Trek: Discovery” tendría entonces apenas 14 años.
Según lo narrado, se trataba del único adolescente en aquella fiesta, por lo que cuando se aburrió entró a una habitación y se puso a mirar la televisión. Pasada la medianoche, Spacey habría entrado en la habitación.
“Spacey se interpuso en la puerta mientras se tambaleaba -contó Rapp-. Mi impresión es que estaba borracho. Trataba de seducirme. No sé si hubiera utilizado ese lenguaje. Pero era consciente de que estaba tratando de tener sexo conmigo”.
Sobre House of Cards, hay quien dice que posiblemente el personaje de Frank Underwood pudiera desaparecer en no pocos episodios de esta, su sexta temporada, y que en esta ocasión la atención podría estar centrada en la vida de Doug Stamper, la mano derecha del corrupto presidente, papel interpretado por el actor Michael Kelly.
Netflix todavía no ha anunciado la fecha de lanzamiento de la temporada que clausura una serie que colocó a la compañía en la punta de la competencia por el contenido audiovisual a la carta.