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Los archivos secretos de JFK ilustran los vínculos con Castro, Marilyn, el FBI y la KGB

Los documentos hasta ahora secretos resuelven algunas dudas y alimentan teorías conspirativas que implican a Cuba, la mafia y la Unión Soviética
Un documento hasta ahora secreto con declaraciones del entonces director del FBI sobre la muerte de Kennedy.
Un documento hasta ahora secreto con declaraciones del entonces director del FBI sobre la muerte de Kennedy.AP / AP

La publicación el pasado jueves de 2.800 documentos hasta ahora secretos sobre el asesinato del entonces presidente John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963 no ha resuelto todas las dudas que alimentan desde hace décadas teorías conspirativas alrededor del presunto autor, Lee Harvey Oswald, y que alcanzan a la mafia, los servicios secretos soviéticos (KGB), e incluso a la actriz Marilyn Monroe. Pero sí han aportado más información a los historiadores y algunas anécdotas interesantes para el público de a pie que sigue fascinado con el magnicidio.

Lee Harvey Oswald, detenido por la policía el 23 de noviembre.
Lee Harvey Oswald, detenido por la policía el 23 de noviembre.AP / AP

Lee Harvey Oswald, detenido por la policía el 23 de noviembre. (AP)

Las dudas del FBI. Lee Harvey Oswald fue asesinado sólo dos días después del crimen, cuando la policía de Dallas le trasladaba a la cárcel, a manos de Jack Ruby, dueño de un club nocturno de la ciudad texana (que murió de cáncer en la cárcel en 1967). Apenas unas horas antes del asesinato de Oswald, el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, aseguró en un memorándum que el Gobierno debía hacer algo para “convencer al público” de que había sido realmente Oswald el que disparó a Kennedy.

Hoover estaba preocupado además por la investigación del FBI sobre el magnicidio, porque había “varios aspectos que complicarían las relaciones internacionales” de Estados Unidos. Según dejó escrito, Oswald había enviado una carta a la embajada de la Unión Soviética en Washington, que el FBI interceptó, leyó y volvió a meter en el correo. La carta, de la que nada más se dice, estaba dirigirá al oficial de la embajada al cargo de “asesinatos y actividades similares”.

Oswald visitó además la embajada soviética en la Ciudad de México y trató de hablar en ruso, aunque lo hizo tan mal que los funcionarios allí le pidieron que hablara en inglés, según un documento del FBI datado un día después del magnicidio.

 John F. Kennedy, en un acto en junio de 1963.
 John F. Kennedy, en un acto en junio de 1963. ASSOCIATED PRESS / ASSOCIATED PRESS

 John F. Kennedy, en un acto en junio de 1963. (AP)

La KGB y las sospechas de Johnson. Hoover dejó escrito también que una fuente del FBI había tenido acceso a información que indicaba que los servicios secretos de la difunta Unión Soviética vinculaban a Lyndon B. Johnson (vicepresidente con Kennedy y presidente tras su muerte) con el magnicidio. No hay prueba alguna de que así fuera, aunque eso no ha frenado las teorías conspirativas.

Johnson, por su parte, creía que detrás del asesinato estaba el Gobierno de Vietnam del Sur, según un documento hasta ahora secreto. El entonces director de la CIA, Richard Helms, aseguró que Johnson “solía ir diciendo por ahí que la razón de que fuera asesinado era que él asesinó al presidente (Ngo Dinh) Diem”.

El mandatario vietnamita murió el 2 de noviembre de 1963 en un golpe de Estado militar. Un mes antes, los generales que planearon el golpe preguntaron a la CIA si Estados Unidos seguiría ayudándolos en caso de llevarlo a cabo; Kennedy respondió afirmativamente, aunque no está claro si pidió que no asesinaran a Diem, según el historiador Ken Hughes. Otro documento sobre este aspecto debía haberse hecho público con el resto, pero el presidente, Donald Trump, ha bloqueado su publicación temporalmente a petición de los servicios secretos, que consideran que parte de la información aún puede dañar los intereses nacionales.

John F. Kennedy, momentos antes de su asesinato en Dallas.
John F. Kennedy, momentos antes de su asesinato en Dallas.AP / AP

John F. Kennedy, momentos antes de su asesinato en Dallas. (AP)

Fidel Castro y la mafia. Un documento de 1975 ilustra cómo la CIA ofreció 150.000 de recompensa por el asesinato del entonces presidente cubano, Fidel Castro, mientras que la mafia insistía en hacer el trabajo gratis. Por entonces, ya había fracasado la invasión de Bahía Cochinos, así como dos intentos de asesinato con pastillas venenosas y operativos del crimen organizado, según este documento. Lea más detalles aquí.

Una extraña llamada. Un diario británico, Cambridge News, recibió una llamada anónima anunciando “grandes noticias” en Estados Unidos sólo 25 minutos antes de la muerte de Kennedy. Así consta en un documento enviado por la CIA al FBI en 1963, en el que el entonces vicedirector de la agencia, James Angleton, asegura que la persona que telefoneó instó al reportero a llamar a la embajada estadounidense en Londres.

Esta llamada fue reportada en los años 80 por un teórico de la conspiración, el abogado británico Michael Eddowes, que dijo contar con documentación de la CIA para probarlo. Eddowes (que murió en 1992) escribió un libro asegurando que no fue Oswald el que mató a Kennedy sino un agente soviético que asumió su identidad; el cuerpo de Oswald fue exhumado en 1981 y una autopsia confirmó que era él.

El romance con Marilyn Monroe. El FBI advirtió en 1964 entonces fiscal general, Robert Kennedy, hermano del presidente, de la publicación de un libro sobre su relación con la actriz (fallecida el 5 de agosto de 1962). El autor, Frank A. Capell, aseguraba además que Robert se encontraba en el apartamento de la actriz cuando falleció, en Los Ángeles, aunque el FBI afirma que en realidad estaba en San Francisco, según relata el diario Dallas News.