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El Congreso negocia una solución rápida para DACA antes de final de año

El portavoz republicano niega que haya acuerdo sobre DACA tras una revuelta conservadora contra este novedoso plan
Protesta a favor de DACA en Los Ángeles en septiembre.
Protesta a favor de DACA en Los Ángeles en septiembre. AP / AP

Quedan poco más de cuatro meses para que expire la Condición de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en sus siglas en inglés), y el Congreso sigue enzarzado en una compleja negociación para salvar de la deportación a los 800.000 jóvenes soñadores. La tensión entre demócratas y republicanos, y la dificultad de cerrar un acuerdo tan ambicioso en tan poco tiempo, ha quedado de nuevo en evidencia ante la revuelta conservadora contra la supuesta intención del líder de su partido en la Cámara de los Representantes, Paul Ryan, de vincular DACA al presupuesto para 2018. Ryan ha desmentido hoy que haya un acuerdo al respecto, y ha asegurado que está negociando “todo tipo de soluciones” para la precaria situación de los jóvenes llegados al país de forma ilegal cuando eran niños de la mano de sus padres.

El presidente, Donald Trump, acabó el pasado 5 de septiembre con DACA, pero aprobó una prórroga de seis meses para dar tiempo al Congreso a negociar una solución permanente. Si el 5 de marzo no está aprobada, los soñadores cuyos permisos comiencen a caducar tras esa fecha podrán ser deportados. En el Congreso hay al menos cuatro proyectos de ley para evitarlo, pero todos ellos se centran únicamente en DACA, es decir, no conllevan medidas adicionales sobre inmigración.

Trump negoció por su cuenta un pacto con los líderes demócratas en la Cámara de los Representantes, Nancy Pelosi, y en el Senado, Chuck Schumer, pero su principio de acuerdo saltó por los aires el pasado 8 de octubre después de que la Casa Blanca enviase al Congreso un listado de condiciones que incluían, entre otras medidas, un recorte profundo del sistema de visados, la contratación de 10.000 nuevos agentes migratorios, y la construcción del muro en la frontera con México. “Este listado va mucho más allá de lo que resulta razonable, fracasa a la hora de intentar cualquier acuerdo”, respondieron los demócratas.

Sea cual sea el proyecto de ley que se impulse finalmente, deberá ser aprobado por la Cámara de los Representantes y por el Senado, donde los republicanos tienen una exigua mayoría, lo que complica enormemente sus posibilidades, y más aún en sólo cuatro meses. Una solución rápida parecería ser pues añadir las disposiciones sobre DACA a un proyecto de ley cuya aprobación resultara obligatoria, verbigracia, los presupuestos. Fuera o no esa la intención de Ryan, como trascendió a la prensa esta semana, los conservadores no parecen dispuestos a permitirlo.

Así se lo hicieron saber ayer Mark Walker, jefe del Comité de Estudios Republicanos, que agrupa a más de 150 congresistas conservadores, y Mark Meadows, al frente del Freedom Caucus, que incluye a docenas de los representantes más conservadores de la Cámara. En el lado contrario, la demócrata Kamala Harris pronosticó que sería difícil apoyar los presupuestos “hasta saber qué se va a hacer para proteger y ocuparse de los jóvenes DACA”.

La periodista Jennifer Rubin plantea una posibilidad: la Cámara aprueba la ley presupuestaria, y el Senado se la devuelve con la medida de DACA incluida, gracias a la presión de cinco republicanos moderados: Jeff Flake, John McCain, Susan Collins, Lisa Murkowski y Bob Corker. A partir de ahí, Ryan debería lograr el respaldo de 20 o 30 republicanos moderados en la Cámara para aprobar la ley definitivamente.