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Ex presidentes George W Bush y Barack Obama lanzan sutiles críticas a Trump

Bush advirtió de los peligros del fanatismo y Obama sobre la política "del miedo y la división".

Los ex presidentes George W Bush y Barack Obama lanzaron sutiles críticas a su sucesor, Donald Trump, lamentando el aumento de las divisiones, la intolerancia y el fanatismo entre los estadounidenses.

Los discursos de los ex presidentes se produjeron el jueves por separado: Bush desde Nueva York y Obama desde Nueva Jersey.

En una conferencia en Nueva York patrocinada por su Centro Bush, el ex presidente republicano se refirió a un sistema político corrompido por las "teorías de la conspiración y la fabricación directa" en las que el nacionalismo se ha "distorsionado en el nativismo".

Bush abrió sus comentarios en inglés y español. Recordó que refugiados de Afganistán, China, Corea del Norte y Venezuela estaban sentados en la audiencia y luego elogió el "dinamismo olvidado que la inmigración siempre ha traído a Estados Unidos".

Sus palabras contrastan con las de su sucesor republicano, cuyas políticas están dirigidas a reducir la inmigración, y que en numerosas ocasiones ha satanizado a los inmigrantes, en particular a los mexicanos.

"Hemos visto nuestro discurso degradado por la crueldad casual", dijo Bush durante un discurso de 16 minutos en el evento "The Spirit of Liberty" (“El espíritu de la libertad”).

"La intimidación y los prejuicios en nuestra vida pública establecen un tono nacional y permiten la crueldad y el fanatismo y comprometen la educación moral de los niños. La única forma de transmitir los valores cívicos es primero estar a la altura de ellos", dijo en lo que pareció otra alusión al tono agresivo de Trump.

Además el ex presidente insistió en que "la intolerancia parece envalentonada" en una referencia a los efectos de una manifestación de supremacistas blancos en Charlottesville en agosto, en el que murió una manifestante opuesta a ellos. Trump sugirió entonces la equivalencia entre los manifestantes de ambos bandos, provocando duras críticas.

"El fanatismo o la supremacía blanca en cualquier forma es una blasfemia contra el credo americano", dijo Bush en uno de los momentos más aplaudidos de su discurso.

También reconoció el descontento público. "La gente está sufriendo. Están enojados y están frustrados. Debemos escucharlos y ayudarlos. Pero no podemos desear la globalización más de lo que podríamos desear de la revolución agrícola o la revolución industrial".

“Sabemos que cuando perdemos de vista nuestros ideales, no es la democracia lo que ha fallado; es el fracaso de quienes se encargan de preservar y proteger la democracia", dijo en otra alusión al actual liderazgo del país.

Obama, por su parte, al hablar en un evento de campaña demócrata en Newark, Nueva Jersey, dijo que los estadounidenses deberían "enviar un mensaje al mundo de que estamos rechazando una política de división, estamos rechazando una política de miedo".


"Lo que no podemos tener es la misma vieja política de división que hemos visto tantas veces antes que datan de siglos atrás. Algunas de las políticas que vemos ahora, pensamos que estaban olvidadas. Eso es gente que mira a 50 años atrás. Este es el siglo XXI, no el siglo XIX", agregó. 


Tocó temas similares en otro evento más tarde en Richmond, Virginia, y dijo refiriéndose, sin dudas, a Trump: "Tenemos personas que deliberadamente intentan hacer enojar a la gente, demonizar a las personas que tienen ideas diferentes, para hacer que la base se enoje porque proporciona una ventaja táctica a corto plazo ".