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Trump pidió multiplicar por diez el arsenal nuclear de EEUU

El presidente Donald Trump dijo que quería el equivalente a un aumento de casi diez veces en el arsenal nuclear de EE.UU. durante una reunión el pasado verano, revela NBC News en exclusiva.
Donald Trump,Mike Pence,Jim Mattis
Presidente Donald Trump en el PentágonoAP / AP

WASHINGTON - El presidente Donald Trump dijo que quería el equivalente a un aumento de casi diez veces en el arsenal nuclear de EE.UU. durante una reunión el pasado verano con los máximos responsables de la seguridad nacional del país, según tres funcionarios que se encontraban en la habitación.

Los comentarios de Trump, dijeron los funcionarios, surgieron en respuesta a una diapositiva informativa que ilustraba la reducción constante de las armas nucleares de Estados Unidos desde finales de los años sesenta. Trump indicó que quería una reserva más grande, no la posición inferior en esa curva en declive.

Según funcionarios presentes, los asesores de Trump, entre ellos el Jefe de Estado Mayor Conjunto y el Secretario de Estado Rex Tillerson, quedaron sorprendidos. Los funcionarios explicaron brevemente los impedimentos legales y prácticos de un arsenal nuclear y cómo la postura militar actual es más fuerte que cuando se estaba creando ese arsenal. En entrevistas, les dijeron a NBC News que no se planea tal expansión.

La reunión del 20 de julio fue descrita como una larga y en ocasiones tensa revisión de las fuerzas y operaciones mundiales de los Estados Unidos. Fue poco después de que la reunión terminó que los funcionarios que se quedaron detrás escucharon a Tillerson decir que Trump era un "tarado".

Las revelaciones de los comentarios de Trump ese día se producen en un momento en que Estados Unidos está en un riesgoso enfrentamiento con Corea del Norte por sus ambiciones nucleares, y preparándose para iniciar una nueva confrontación con Irán al negarse a certificar al Congreso que Teherán cumple con el acuerdo nuclear de 2015.

Trump convocó una reunión el martes con su equipo de seguridad nacional en el que discutió "una serie de opciones para responder a cualquier forma de agresión de Corea del Norte o, si es necesario, para impedir que Corea del Norte amenace a Estados Unidos y sus aliados con armas nucleares", según la Casa Blanca.

Los comentarios del presidente durante la reunión del Pentágono en julio se produjeron en respuesta a un gráfico que mostraba la historia de las capacidades nucleares de Estados Unidos y Rusia, con las armas nucleares estadounidenses en su pico a finales de los años 60.

Algunos funcionarios presentes dijeron que no tomaron el deseo de Trump de más armas nucleares como una orden para que los militares aumenten la cantidad actual de armas nucleares. Pero los comentarios del presidente crearon dudas sobre su familiaridad con la postura nuclear y otros temas, dijeron funcionarios.

Dos funcionarios presentes señalaron que en varios puntos de la discusión, el presidente expresó su deseo no sólo de más armas nucleares, sino por tropas estadounidenses y equipo militar adicional.

Cualquier aumento en el arsenal nuclear de Estados Unidos no sólo rompería con décadas de la doctrina nuclear estadounidense, sino que también violaría los tratados internacionales de desarme firmados por cada presidente desde Ronald Reagan. Los expertos en no proliferación advirtieron que tal medida podría desencadenar una carrera armamentista mundial.

Si Estados Unidos aumentara su arsenal, los rusos lo igualarían, y los chinos “aumentarían sus ambiciones nucleares”, dijo Joe Cirincione, un experto nuclear y un contribuyente de MSNBC, refiriéndose al presidente.

"No ha habido una misión militar que requiera un arma nuclear en 71 años", agregó.

Los detalles de la reunión del 20 de julio, que no se han informado previamente, arrojan luz adicional sobre las tensiones entre el comandante en jefe, miembros de su gabinete y el liderazgo uniformado del Pentágono que tiene opiniones, experiencias y bases de conocimiento muy diferentes.

Por otra parte, los comentarios del presidente revelan que Trump, quien sugirió antes de su toma de posesión que Estados Unidos "deben fortalecer y expandir en gran medida su capacidad nuclear", expresó además ese deseo como comandante en jefe directamente al liderazgo militar en el corazón del Pentágono este verano.

Algunos funcionarios de la reunión del Pentágono estaban desconcertados por el deseo del presidente de poseer más armas nucleares y su nivel de comprensión de otros temas de seguridad nacional desde la península coreana a Irak y Afganistán, dijeron los funcionarios.

Un día antes en la Sala de Situación de la Casa Blanca, en una reunión sobre Afganistán, el presidente sorprendió a algunos de su equipo de seguridad nacional al pedir a los jefes militares que despidieran al comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán y comparó los consejos de ellos con los de un consultor de restaurantes de Nueva York que ocasiónó pérdidas en tiempo y dinero a los negocios.

Dos personas familiarizadas con el debate dijeron que la reunión de la Sala de Situación, en la que los asesores del presidente anticiparon que iba a firmar una nueva estrategia en Afganistán, fue tan improductiva que decidieron continuar la discusión en el Pentágono al día siguiente en un escenario más pequeño donde el presidente quizás podría estar más centrado.

La reunión del Pentágono también contó con la presencia del vicepresidente Mike Pence; el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin; el general Joseph Dunford, el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor; general Paul Selva, vicepresidente de la junta; Secretario de Defensa James Mattis; el Subsecretario de Defensa Patrick Shanahan; Stephen Bannon, entonces principal estratega de Trump; Jared Kushner, yerno del presidente y consejero principal; y Reince Preibus, entonces jefe de personal. Sean Spicer, entonces portavoz de la Casa Blanca, y Keith Schiller, quien era director de operaciones de la Oficina Oval en ese momento, también acompañaron a Trump al Pentágono ese día.

Al pedir una respuesta a los comentarios del presidente, un funcionario de la Casa Blanca que habló bajo la condición de anonimato dijo que el arsenal nuclear no era un tema primordial de la reunión.

Y este miércoles Trump rechazó este informe de NBC, que calificó de falso, y “pura ficción”.

Dos altos funcionarios de la administración dijeron que los asesores del presidente explicaron las razones por las que una expansión del arsenal nuclear de Estados Unidos no es factible.

Señalaron las obligaciones de los tratados y las restricciones presupuestarias y el arsenal militar convencional y no convencional de hoy en día deja a los Estados Unidos en una postura de defensa más fuerte que cuando sólo el arsenal nuclear solo era mayor.

Sin embargo, los funcionarios dijeron que están trabajando para abordar las preocupaciones del presidente dentro de la revisión de la postura nuclear, que se espera que finalice a finales de 2017 o principios del próximo año. "Está a favor de la modernización", dijo un funcionario. "Sus preocupaciones son que Estados Unidos dejaron de invertir en esto".

Los funcionarios presentes dijeron que los comentarios de Trump sobre un arsenal mayor se produjeron tras ver una diapositiva que describía la reserva de ojivas nucleares del país durante los últimos 70 años.

El presidente se refirió al número más alto, unas 32.000 a fines de la década de 1960, y le dijo a su equipo que quería que los Estados Unidos tuvieran ese número ahora, señalaron funcionarios.

Estados Unidos tienen actualmente alrededor de 4.000 ojivas nucleares en sus arsenales militares, según la Federación de Científicos Americanos.

El Pentágono está actualmente en proceso de revisión de la postura. La modernización del arsenal es un paso que los presidentes toman continuamente pero no coloca a Estados Unidos en violación de las obligaciones del tratado, dijo Cirincione.

"No te metes en problemas por la modernización", dijo. "Te metes en problemas si haces una de dos cosas: si aumentas los números porque las armas estratégicas están limitadas por tratados; dos, si construyes un nuevo tipo de arma que es prohibida por un tratado”.

No está claro qué parte de la información del Pentágono llevó a Tillerson a llamar al presidente un "tarado" después de que la reunión concluyó. Los asistentes a la sesión de dos horas dijeron que incluyó una serie de intercambios tensos.

Al salir del Pentágono el 20 de julio, el presidente dijo a los periodistas que la reunión fue "absolutamente genial".