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Muertos por incendios en California se elevan a al menos 15

Los desaparecidos sobrepasan los 150 después de que se localizaran a 45, informaron las autoridades

Una oleada de incendios, alimentada en su inicio por fuertes vientos, está devorando el corazón vinícola de California donde al menos 15 personas han fallecido y más de 150 se encuentran desaparecidas (las evacuaciones fueron precipitadas por la fiereza de las llamas). Además más de 1.500 edificios han resultado destruidos. Entre ellos hay al menos dos bodegas.

El sheriff del condado de Sonoma informó de dos nuevas muertes en Twitter, con lo que en su zona en número se eleva a por lo menos 9, más otras seis en localidades aledañas:

Los incendios, que cubren un área de 100.000 acres, se iniciaron de forma casi simultánea y crecieron exponencialmente, llevándose por delante desde bodegas hasta parques de caravanas, y obligando a evacuar a más de 30.000 personas en pequeños pueblos y grandes áreas urbanas.

Este estado produce el 85% del vino estadounidense, una industria de 58.000 millones de dólares que da trabajo a 325.000 personas, según la organización Wine Institute, que agrupa a más de un millar de bodegas. Muchos de ellos son inmigrantes, que se han quedado sin trabajo y han visto peligrar su vida durante la vendimia..

Octubre es por lo general el peor mes en materia de incendios en California, pero es inusual un número tan alto de frentes simultáneos; el viento huracanado del lunes contribuyó a empeorar la situación. El gobernador, Jerry Brown, ha decretado el estado de emergencia y ha pedido al Gobierno que haga lo propio.

De los 14 incendios activos, uno de los mayores es el que arrasa una región de 200 millas en los condados de Napa y Sonoma. En este último, su capital, Santa Rosa (174.000 habitantes), el fuego ha destruido cientos de hogares y vehículos. “Sonoma y Napa han recibido un golpe muy duro”, ha explicado Brad Alexander, portavoz del servicio estatal de emergencias.

El fuego sorprendió a las bodegas durante el final de la recolección de la uva. La mayoría se encuentra ahora cerradas y sin electricidad, tras ser evacuadas; sus trabajadores, en muchos casos inmigrantes indocumentados o con visas agrícolas, se han tenido que quedar en casa en plena temporada.

La asociación vinícola del valle de Napa ha señalado que, a falta de saber cuántos viñedos ha arrasado el fuego, la cosecha no debería perderse porque la mayor parte de la uva ya ha sido recolectada. El humo, según la enóloga Anita Oberholster, no debería causar daño tampoco porque sólo afecta a la fruta, no a las vides o la tierra. 

Sin embargo, la pérdida de electricidad si está causando dificultades a las bodegas, según explica Alisa Jacobson, vicepresidente de Joel Gott Wines, porque son incapaces de procesar la uva ya recogida.  “Pero lo más importante es que todos nuestros empleados están bien”, añadió Jacobson.