El refugio de Canóvanas, en Puerto Rico, acoge a más de un centenar de damnificados por el huracán María desde hace 10 días.
Los refugiados se quejan que no les han entregado ayudas, además tienen hambre y sed.
Por si eso no fuera suficiente, muestran que la basura se apila por momentos y no está siendo recogida, con lo que hay moscas por doquier.
Mirá el dramático testimonio de una de las refugiadas: