IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Trump cancela DACA pero deja seis meses al Congreso para salvar a los soñadores

Un grupo de fiscales generales republicanos había amenazado con llevar el programa ante una corte federal si el presidente no lo finalizaba antes del 5 de septiembre
Jeff SessionsJeff Sessions, durante el anuncio del final de DACA este martes.
Jeff Sessions, durante el anuncio del final de DACA este martes. AP / AP

El fiscal general, Jeff Sessions, ha anunciado este martes el final de la Condición de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en sus siglas en inglés), truncando así la vida de 800.000 jóvenes que llegaron al país de forma irregular de mano de sus padres cuando eran menores de edad, han construido aquí sus vidas, y ahora quedan prácticamente al borde la deportación.  

A partir de hoy, no se concederán nuevos permisos y sólo se renovarán los existentes que expiren antes del 5 de marzo. Ése es el plazo que se ha dado al Congreso para encontrar una solución. A partir del 5 de marzo, todos los permisos que expiren no podrán ser renovados ya. Y todos aquellos cuyo permiso expire, podrán ser deportados. Aquí están todas las claves. 

Entre agosto y diciembre de 2017, expirarán 201.678 permisos. En 2018, serán 275.344; entre enero y agosto de 2019, se acabarán los últimos 321.920. 

Según Sessions, DACA fue aprobado de forma "unilateral, con gran controversia y dudas legales", como una forma "inconstitucional" de "sortear las leyes de inmigración". Esta "amnistía" contribuyó, según el fiscal general, a atraer una oleada de menores, que llegaron solos a la frontera mexicana; y "negó un puesto de trabajo a cientos de miles de estadounidenses, dando esos mismos empleos a inmigrantes ilegales".

"Las sociedades donde se precia el imperio de la ley son aquellas que tienden a florecer y tener éxito. Las sociedades en la que el imperio de la ley depende de caprichos políticos y prejuicios personales tienden a estar afligidas por la corrupción, la pobreza y el sufrimiento humano", ha añadido.

Según Sessions, Estados Unidos "no puede admitir a todos los que quieran venir", debe poner límites, lo que no significa que los inmigrantes rechazados "sean malas personas o que nuestra nación les falte al respeto o los minusvalore en forma alguna". Ése es uno de los motivos alegados para acabar con DACA. Otro es que el programa es, en su opinión, "vulnerable" ante los tribunales. 

"Somos gente compasiva y somos gente de leyes", ha añadido Sessions, "pero no hay nada compasivo en fallar a la hora de hacer cumplir las leyes de inmigración", lo que dejaría a la nación "en riesgo de [sufrir] crimen, violencia e incluso terrorismo". 

Esta mañana, antes del anuncio y en la red social Twitter, Trump ha publicado su opinión al respecto: “Congreso, prepárate para hacer tu trabajo. ¡DACA!”. Luego ha retuiteado dos mensajes, supuestamente de seguidores: “Somos una nación de leyes. Ya no incentivamos la inmigración ilegal. LEY Y ORDEN. #MAGA”. Este último acrónimo significa “Vuelve a hacer Estados Unidos grande”, en inglés. El otro decía: “No se equivoquen, ¡vamos a poner los intereses de los ciudadanos estadounidenses en primer lugar! Los hombres y mujeres olvidados no volverán a ser olvidados”.

Después del anuncio de Sessions, la Casa Blanca ha emitido un comunicado en el que asegura que DACA "hacía imposible al presidente llevar a cabo todas las reformas necesarias para volver a hacer justo el sistema de inmigración y proteger a los trabajadores estadouidenses". 

Una vez hecho el anuncio por Sessions, el Departamento de Seguridad Nacional ha comunicado "el final ordenado del programa". “La decisión no se ha tomado a la ligera. El Departamento de Justicia ha evaluado cuidadosamente la constitucionalidad del programa y ha determinado que entra en conflicto con nuestras leyes actuales”, ha señalado la secretaria de Seguridad Nacional en funciones, Elaine Duke, en un comunicado. “A resultas del proceso judicial reciente, nos enfrentábamos a dos opciones: acabar con el programa de forma ordenada a corto plazo al tiempo que trabajábamos con el Congreso para aprobar un proyecto de ley; o permitir que la justicia pudiera acabar con él de forma total e inmediata. Hemos optado por la opción menos disruptiva”, señala la nota.

“Con las medidas que el Departamento está poniendo en marcha hoy, ningún beneficiario se verá afectado antes del 5 de marzo de 2018, dentro de casi seis meses, de forma que el Congreso tendrá tiempo para ofrecer las soluciones legislativas apropiadas. Sin embargo, quiero ser claro, no se aceptarán nuevas peticiones ni aplicaciones asociadas a partir de hoy”, añade el comunicado del Departamento de Seguridad Nacional.

Trump tenía en efecto varias opciones: podía acabar con DACA, mantenerlo y permitir que la justicia decidiera su destino, o dejar de renovar los permisos de trabajo, de forma que el programa fuera extinguiéndose paulatinamente, otorgando así tiempo al Congreso para legislar una solución al respecto. Finalmente, se ha decidido por la primera opción, tras retrasar el anuncio hasta el último día del ultimátum que le había dado un grupo de fiscales generales; liderados por el texano, amenazaban con llevar DACA ante la justicia si Trump no acababa con el programa antes del 5 de septiembre.

Pero, en lugar de finiquitarlo de inmediato, ha optado por dejar medio año al Congreso para aprobar un proyecto de ley para los soñadores. El líder de la mayoría republicana en la Cámara de los Representantes, Paul Ryan, se había mostrado en contra del final de DACA, pidiendo al presidente que les diera la oportunidad de legislar. En este momento hay varios proyectos en la Cámara y en el Senado, pero ninguno ha sido ni siquiera debatido aún; el Congreso vuelve hoy al trabajo tras el receso veraniego. Entre tanto, las asociaciones de derechos civiles mantienen la presión en las calles, con el respaldo de políticos, líderes civiles y empresarios. Aquí puede ver el manifiesto de apoyo más respaldado. 

¿En qué consiste DACA? El entonces presidente, Barack Obama, aprobó este programa en junio de 2012, después de que el Congreso fuera incapaz de sacar adelante el DREAM Act, un proyecto de ley que bautizó a estos jóvenes como soñadores (dreamers). Los requisitos fundamentales eran: haber llegado a Estados Unidos antes de cumplir 16 años; haber residido aquí desde el 15 de junio de 2007; tener menos de 31 años a 15 de junio de 2012; ir a la escuela, haberse graduado o haber servido en el Ejército; y no tener antecedentes por delitos, faltas graves, o más de tres faltas leves.

Los soñadores no sólo están blindados contra la deportación, sino que además reciben un permiso de trabajo (de dos o tres años, dependiendo del caso, y renovable) y, en algunos estados, pueden sacarse una licencia profesional para ejercer, por ejemplo, de abogados.

¿Quién se beneficia de DACA? Hasta el pasado 31 de marzo (la última estadística disponible), se habían concedido 787.580 permisos, de los que 618.342 correspondieron a mexicanos. A continuación figuraban El Salvador (28.371), Guatemala (19.792), Honduras (18.262), y Perú (9.066). La mayor parte están en California (222.795), Texas (124.300), Illinois (42.376), Nueva York (41.970) y Florida (32.795).

¿Qué piensa Trump de DACA? En noviembre de 2014, Obama anunció un programa similar, la Condición de Diferida para Padres de Estadounidenses y Residentes Legales (DAPA, en sus siglas en inglés), que debía proteger a los inmigrantes irregulares con hijos nacidos en Estados Unidos. Además, amplió DACA, eliminando el requisito de tener menos de 31 años y alargando el permiso de trabajo de dos a tres años (renovables).

Sin embargo, Texas y otros 25 estados llevaron esa orden presidencial ante la justicia un mes después, y una corte federal la anuló. El caso llegó a la Corte Suprema, pero un empate (4-4) evitó que pudiera revertir la decisión, por lo que DAPA y la ampliación de DACA quedaron suspendidas. El pasado mes de junio, Trump anunció que no intentaría resucitarlas. Añadió que DACA no estaba afectado, lo que enojó a un sector del Partido Republicano.

En agosto de 2016, el entonces aún candidato aseguró en referencia a DACA y DAPA: “Finiquitaremos de inmediato las dos amnistías ilegales aprobadas por el presidente Obama, con las que desafío las leyes federales y la Constitución al perdonar a aproximadamente cinco millones de inmigrantes ilegales”. Sin embargo, una vez elegido presidente, Trump comenzó a suavizar su postura: en diciembre, prometió solución que dejara “a todo el mundo contento y orgulloso”. Trump reconoció que los soñadores “habían sido llevados [a Estados Unidos] cuando eran muy pequeños, habían trabajado e ido al colegio aquí, eran buenos estudiantes y algunos tenían trabajos estupendos”. El pasado viernes, dijo: "Amamos a los soñadores". 

¿Por qué estaba DACA en peligro? El 29 de junio, cuando quedó claro que Trump no pensaba eliminar DACA, al menos por el momento, los fiscales generales de Texas y otros nueve estados gobernados por el Partido Republicano enviaron una carta al Departamento de Justicia amenazando con llevar el programa ante la justicia si no se cancelaba antes del 5 de septiembre. El juez Andrew Hanen aceptó mantener en suspenso el proceso judicial que había acabado con DAPA hasta esa fecha, lo que reforzó el ultimátum. El entonces secretario de Seguridad Nacional y ahora jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, aseguró a un grupo de congresistas demócratas que DACA tenía muchas posibilidades de morir en esa corte, conminándoles a legislar si querían salvar el programa.

DACA es una orden presidencial, es decir, no cuenta con la validación del Congreso, y por tanto puede ser eliminada o modificada en cualquier momento por el inquilino de turno de la Casa Blanca. En este momento hay varias iniciativas legislativas, impulsadas por demócratas, republicanos, ambos, y la Casa Blanca, para modificar las leyes migratorias y, de paso, la condición de los soñadores.