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¿Puede Trump lanzar un ataque nuclear sin permiso del Congreso?

Los poderes del presidente están limitados por la Constitución, pero tiene margen de maniobra
Prueba atómica en Nuevo México en 1945.
Prueba atómica en Nuevo México en 1945. AP / AP

Miami, Fl. - “Las soluciones militares están ya listas, aseguradas y cargadas, en caso de que Corea del Norte actúe imprudentemente. Con suerte, Kim Jon un encontrará otro camino”, escribía Donald Trump en la mañana del viernes en Twitter. Pero ¿puede el presidente desencadenar “fuego y furia” sobre otra nación, como amenazó el lunes, sin autorización del Congreso? O lo que es lo mismo, ¿puede el Congreso evitar una guerra nuclear contra el deseo de la Casa Blanca?

El presidente no puede declarar una guerra sin autorización del Congreso. Según explica la Cámara de los Representantes, los padres fundadores, reacios a concentrar demasiado poder en manos de una sola persona, aunque fuera el presidente, decidieron que una declaración de guerra precisaba de un debate profundo en un foro abierto por parte de representantes públicos.

“Los reyes han estado siempre metiendo al pueblo en guerras y empobreciéndolo, pretendiendo por lo general, aunque no siempre, que era por el bien del pueblo”, escribió Abraham Lincoln en 1848, durante el conflicto con México. En su opinión, los padres fundadores “comprendieron que esa era la más opresiva de todas las opresiones reales, y decidieron diseñar la Constitución para que ningún hombre solo pudiera tener poder suficiente como para oprimirnos”.

El artículo primero de la Constitución, sección 8, cláusula 1, indica que el Congreso tiene la facultad de “proveer a la defensa común y bienestar general de los Estados Unidos”. En la cláusula 11, le otorga el poder “para declarar la guerra”, “reclutar y sostener Ejércitos”, y “habilitar y mantener una armada”.

Desde 1789, el Congreso ha declarado la guerra en 11 ocasiones contra 10 países y en cinco conflictos diferentes. El presidente pidió autorización al Congreso en persona o por escrito. Sin embargo, la última vez fue en 1942, es decir, durante la II Guerra Mundial. Desde entonces, lo que ha hecho el Congreso es autorizar el uso de la fuerza militar contra otros países (Vietnam, Irak, etcétera).

Sin embargo, la Cámara de los Representantes explica también que varias Administraciones, especialmente tras la II Guerra Mundial, han interpretado de forma más amplia la noción de una guerra defensiva y han desplegado fuerzas armadas sin autorización del Congreso, pidiéndola luego y no siempre.

Para resolver esta ambigüedad, el Congreso aprobó en noviembre de 1973 una ley, pese al veto del entonces presidente, Richard Nixon, que se ha convertido en el estándar en estas situaciones. Bautizada como War Powers Act, restringe el poder presidencial para declarar la guerra, y establece las condiciones que se han de dar para pedir autorización al Congreso.

El presidente puede ordenar el uso de la fuerza militar en caso de “una emergencia nacional ocasionada por un ataque contra Estados Unidos, sus territorios, o sus fuerzas armadas”. Pero, en caso de no contar con autorización parlamentaria previa, debe informar al Congreso en las siguientes 48 horas; los congresistas tienen entonces 60 días para aprobar o rechazar esa acción

Varios presidentes, después de Nixon, han cuestionado esta norma porque presuntamente recorta su poder ejecutivo, y varios se la han saltado: Ronald Reagan envió a militares a El Salvador en 1981 sin informar al Congreso. Bill Clinton ordenó ataques aéreos en los Balcanes e informó de ello al Congreso, pero no pidió permiso de forma reglamentaria, de forma que no necesitó de una respuesta en 60 días.

En 2013, cuando Barack Obama se planteaba lanzar una ofensiva militar en Sirio, el ahora presidente, Donald Trump, publicó en Twitter:

El pasado mes de enero, con Trump convertido en presidente, el senador demócrata Ed Markey (Massachusetts) introdujo un proyecto de ley para limitar la capacidad presidencial para usar armas nucleares. “Mi legislación dice que, si Estados Unidos está en un conflicto convencional con otro país, las armas nucleares no podrán usarse a menos que el Congreso autorice al presidente para ello”, explicó en MSNBC. “Pero en caso de un ataque nuclear contra Estados Unidos, sería diferente”, matizó.