El agente de policía de Cleveland que mató a Tamir Rice en 2014 fue despedido, pero no por su papel en la muerte del niño de 12 años, sino por un cargo administrativo, anunciaron funcionarios.
El ex oficial Timothy Loehmann fue despedido "de inmediato" el martes después de enfrentar cargos administrativos debido a que dio información falsa sobre su solicitud de empleo a la División de Policía de Cleveland, dijeron funcionarios de la ciudad en una conferencia de prensa.
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Por su parte, el agente Frank Garmback, quien conducía la patrulla cuando Rice fue asesinado, fue suspendido por 10 días, dijeron las autoridades.
Garmback también está obligado a tomar entrenamiento táctico adicional por violaciones a las reglas relacionadas con las tácticas utilizadas durante el incidente de noviembre de 2014.
El alcalde de Cleveland, Frank Jackson, ofreció condolencias a la familia de Rice y dijo que estas decisiones hacen parte de un "proceso extenso".
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A su vez el jefe de policía Calvin Williams dijo que este incidente había sido "duro para toda la comunidad".
"Cuando esto sucedió en 2014, hice el comentario de que esta era una desafortunada tragedia, pero más desafortunada que sucedió a manos de un oficial de policía de Cleveland y que haríamos todo lo posible para asegurar que un evento como este no sucediera de nuevo", dijo Williams.
El anuncio fue el resultado de una investigación del comité de revisión de incidentes críticos del departamento, dijo Williams.
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La madre de Tamir, Samaria Rice, dijo que estaba "aliviada" de que Loehmann fuera despedido en una conferencia de prensa el martes.
"Le despidieron por mentir en su aplicación, aunque me gustaría que lo hubieran despedido por matar a Tamir", dijo de Loehmann.
"Él nunca debió haber sido un oficial, en primer lugar, y que vergüenza que la ciudad de Cleveland haya tomado tanto tiempo para manejar esta situación", dijo.
En diciembre de 2015, un gran jurado se negó a presentar cargos penales contra los oficiales.
En ese momento, los fiscales dijeron que la muerte de Rice era "una tragedia absoluta", pero que era "razonable" ya que los oficiales creyeron estar en peligro cuando Rice parecía estar jugando con lo que resultó ser una pistola de juguete.