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Los cadáveres que se quedaron en el Everest

Han muerto 282 personas intentando subir el Everest

*Con 8.848 metros de altura sobre el nivel del mar, el Everest es una de las montañas más atractivas para el alpisinimo

*El alpinista ruso Oleg Savchenko quiere rendir tributo a los cadáveres que aún se encuentran en la montaña

A menudo, listado como una de las maravillas naturales del mundo, el Monte Everest es la montaña más alta del planeta. Su nombre representa un reto para alpinistas de todos los países quienes desde hace casi un siglo han querido conquistar este pico ubicado en la frontera entre China y Nepal. Sin embargo, un reto así implica riesgos y entre estos está el perder la vida.

Lo anterior se debe a que el tramo final para llegar a lo más alto se encuentra en la “zona de la muerte”, término médico que designa a las alturas superiores a los 7.500 metros, en las que al cuerpo humano le es imposible aclimatarse.  Hipotermia, caídas, avalanchas y afecciones de salud provocadas por las condiciones climáticas de la montaña son las principales causas de muerte. De hecho, según cifras del especialista en montañismo Alan Arnette, de 1921 a 2016 se han registrado un total de 283 muertos en esa zona, de los cuales una gran mayoría permanecen en los caminos del monte. Suena cruel, pero recuperar un solo cuerpo implicaría que al menos una docena de hombres arriesgaran su vida.

Las historias de los muertos rayan en lo macabro. Una de las más conocidas es la del británico David Sharp, quien en 2006 terminó agotado en el trayecto de descenso y agonizó en silencio durante una semana. Al no moverse, los escaladores que pasaron a su lado asumieron que estaba muerto y lo ignoraron por completo.

Diez años antes, la primavera de 1996 sería marcada como la más trágica en la historia del Everest, pues se contabilizaron un total de 15 fallecimientos. Ocho de estos fueron resultado de un mismo descenso de la montaña.

Fotografía de Green Boots, escalador fallecido en el Monte Everest. Autor: Maxwelljo40 

Una más es la de “Botas Verdes” (Green Boots), un hombre que murió resguardándose en una cueva y cuyo cuerpo sirve como punto de orientación al subir gracias a las botas verde chillón que calza.

Dignificar la muerte

En abril de este año, el alpinista ruso Oleg Savchenko hizo público un proyecto de dignificación de los muertos llamado Special operation. Everest. 83000. Point of no return; acompañado por un equipo especial, Savchenko emprendería una expedición de entre 40 y 60 días, en los que encapsulará los restos de los muertos en un material especial para que se conserven.

Hace siete años, uno de los guías nativos de la zona, Namgyel Sherpa, anunció un proyecto similar con la meta de regresar los cuerpos, así como de limpiar las zonas difíciles de la montaña que tras más de cuatro mil ascensos se han llenado de desechos y basura.

Si bien el proyecto de Savchenko no busca propiamente la recuperación de los cuerpos, la intención es también rendir un tributo al esfuerzo que esas personas dejaron en la montaña por lo menos conservando sus restos de una forma más digna.