- Restando la deuda hipotecaria, la deuda media al fallecer es de 12.875 dólares

- La deuda más común, el balance de las tarjetas de crédito

- Tras ello, está la hipoteca, créditos de autos, deudas personales y créditos de estudios

Miami, FL.- El 73% de los estadounidenses fallecen con una deuda media que alcanza los 61.554 dólares, una suma que tiene en cuenta la deuda hipotecaria que dejan pendiente. Restando esa deuda hipotecaria, el saldo medio al morir quedaría en 12.875 dólares por estadounidense, de acuerdo a datos de Experian FileOne y Credit.com. 

Estos examinaron la deuda media de personas que estaban vivas en octubre de 2016 pero que para diciembre pasado habían fallecido.

Cobradores de deudas: Defiéndete de sus acosos

En cuanto al tipo de deuda más común que los estadounidenses se llevan a la tumba está el balance de tarjetas de crédito. Tras ello, se sitúa el saldo hipotecario, los préstamos de automóviles, deudas personales y créditos de estudiantes, en ese orden.

De media el balance que el estadounidense medio deja sin pagar al morir está en 25.391 dólares en créditos de estudio, 4.531 dólares en tarjetas de crédito, 17.111 dólares en préstamos de autos y 14.793 en préstamos personales.

VIDEO RELACIONADO: Descubre cómo saldar las deudas de tarjetas de crédito

¿Pero qué pasa con la deuda que alguien deja al morir? Depende del tipo de deuda que sea. Si alguien que fallece deja una deuda hipotecaria de una vivienda que tenía en común, por ejemplo, con su esposo, el monto restante por pagar deberá ser asumido por la persona que le sobreviva y que firmó conjuntamente ese préstamo hipotecario, informa MONEY.

Los créditos personales como las deudas por tarjetas de crédito no serán responsabilidad de los que quedan detrás, aunque los acreedores podrá reclamar la deuda pendiente del patrimonio del fallecido antes de que los activos sean distribuidos entre los familiares. 

Los familiares del fallecido no están obligados a pagar de su bolsillo las deudas pendientes, pero podrán encontrarse ante la situación de tener que vender las propiedades del difunto para hacer frente a los acreedores y al préstamo hipotecario pendiente.

Los acreedores tratarán de cobrar su deuda con lo que el fallecido haya dejado, pero si la deuda es mayor no tendrá con que reclamar a los familiares.

Asimismo, cabe destacar que si el fallecido tenía una cuenta bancaria conjunta, entonces la persona o personas con la que compartía esa cuenta podrán verse obligadas a satisfacer las deudas.

Planificar con tiempo puede ayudar y mucho. Dejar un testamento le ayudará a determinar cómo quedan repartidos sus bienes y le dará mayor control sobre su patrimonio, con lo que evitará que sean los oficiales estatales los que determinen cómo serán repartidos sus bienes para saldar sus deudas.

Asimismo, si deja hecho un testamento evitará a sus herederos el pago de los costes judiciales que llegarán para que el estado determine como dividir sus bienes. Estos costes se saldan antes incluso que los pagos a los acreedores y antes que a los beneficiarios.

Un seguro de vida podría ayudar a sus beneficiarios a saldar sus deudas, lo que les facilitaría enormemente el camino.

Para este estudio, Credit.com uso su base de datos de 220 millones para rastrear que consumidores habían muerto entre octubre y diciembre de 2016 para después estudiar con qué y qué tipo de deuda habían muerto estas personas.