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Culpable de accidente fatal en Los Ángeles había sido deportado cinco veces

Estuardo Alvarado, un indocumentado de 45 años, también huía de la escena de otro accidente en el momento en que mató a la mujer.

Sandra Durán circulaba tranquilamente en su Toyota Camry por la calle Plummer, en North Hills, cuando fue impactada por un Dodge cuyo conductor conducía por el Bulevar Sepúlveda a exceso de velocidad, decidiendo no respetar la luz roja del semáforo.

El impacto conmocionó a todos los que circulaban por ambas esquinas y a quienes se guarecían de la potente lluvia en esa tarde del pasado 19 de febrero.

Los dos carros perdieron el control, el Camry de Durán terminó volcado hacia el sur, mientras el otro se estampó contra otros que estaban estacionados.

Gobierno asegura que ingreso clandestino de indocumentados en la frontera ha bajado un 40%

Durán, de 42 años, murió en el acto, al tiempo que su hijo de 18 años y su acompañante sufrieron algunas heridas. Por su parte, Estuardo Alvarado, de 45 años, resultó herido y fue arrestado en ese mismo momento.

Lo llamativo de este accidente es que Alvarado ya estuviera huyendo de la escena de otro accidente del que fue igualmente responsable, unas cuadras más abajo, que condujera bajo los efectos del alcohol y, que resultara un inmigrante indocumentado con una ‘hoja de ruta’ que incluye, entre algunas detenciones, multas y penas de cárcel, cinco deportaciones a su México natal.

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“Nosotros lo arrestamos por asesinato -declaró William F. Bustos, detective del Departamento de Policía de Los Ángeles-. En tránsito hay una ley que indica que, si alguien está involucrado en un accidente previo a una fatalidad, sabiendo que debía cumplir con la ley de pararse e intercambiar información, ya sabía los riesgos y peligros al huir”.

“Él se fugó e impactó con este otro vehículo después de pasarse una luz roja -abundó-. Todo eso implica un asesinato en segundo grado”.

Lo cierto es que el suceso ha puesto sobre el tapete el tema de los inmigrantes indocumentados y su incidencia -positiva o negativa- en la sociedad.

Como era de esperar, algunas voces se dejan escuchar sobre la posibilidad de que la política de mano dura del presidente Trump con respecto a estas personas reduzca el índice delictivo en el país.

Algunos estudios, sin embargo, demuestran que los inmigrantes -con o sin documentos legales en EEUU- cometen delitos en tasas más bajas que los nacidos en el país.

Este es el drama de la familia de Sandra Durán. A más de dos semanas del incidente, desde su casa en el barrio de Arleta, donde ambos padres han montado un santuario para evocar su sonrisa y sus buenas acciones, Santos, el padre de la fallecida, se pregunta por qué le tuvo que ocurrir a su familia.

Durán tiene muy claro que la muerte de su hija podía haberse evitado, sobre todo teniendo en cuenta el historial criminal de Alvarado; pero no quiere que su drama se emplee como arma política contra las inmensas cantidades de inmigrantes indocumentados que viven y trabajan en el país.

Carmen Durán, la madre de Sandra, se pregunta entre sollozos por qué aquel hombre no se quedó en su casa, sobre todo si sabía que estaba borracho.

“No se trata de un tema de inmigración -señala la señora-. Hay gente que es de aquí y que también sale y mata a otros. No es sólo la gente de México. En este caso sí lo fue, pero hay razas diferentes…”.

Mientras Alvarado permanece encarcelado y su fianza ha sido fijada a 2,1 millones de dólares, su próxima cita en el tribunal será este 14 de marzo, por lo que no cabe la menor duda de que su caso reúne todos los ingredientes para una deportación exprés.

Sin embargo, los Durán han preferido recordar a su Sandra a través de fotos, videos, velas y comidas. Esta familia enlutada sabe que nada le devolverá a su ser querido, y que mucho menos deben aceptar que todos los inmigrantes paguen por lo que unos pocos deciden hacer.