El dibujo de Jersey Vargas de 11 años pone al presidente Donald Trump en una encrucijada. Por un lado, el mandatario aparece dando el saludo Nazi y parecido a Hitler, por su odio a los inmigrantes. Por el otro, se le ve abriendo las puertas de la frontera para darles la bienvenida.

“Dibujé esto para mostrar como él puede ser un buen o mal presidente. Quisiera que él leyera esto y pensara por tres minutos y que cambiara su punto de vista sobre deportar a la gente“, dijo el chico.

Este lunes, en el Día de los Presidentes, Vargas se unió a una docena más de menores con padres indocumentados para escribir cartas – algunas de ellas con dibujos de la bandera de Estados Unidos o corazones – con mensajes pidiendo a Trump que siga el legado de mandatarios como Lincoln y otros, y que no los separe de sus familias.

“Tengo un poco de miedo que deporten a mi mamá. Ella está sola y no tiene nadie que le ayude”, expresó Jeffrey Herrera, de 13 años.

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“No sé que voy a hacer si la deportan. Los necesitamos (a nuestros padres). Sin ellos no pudiéramos hacer nada en este país porque nos quedaríamos solos“, agregó.

El evento, organizado por la Hermandad Mexicana Transnacional en Van Nuys, es parte de los esfuerzos que continuarán durante la primavera.

“Las vamos a mandar a la Casa Blanca y vamos a pedir una audiencia con el presidente para llevar una delegación de niños en la primavera para que él escuche de ellos mismos lo que han significado sus acciones”, dijo Gloria Saucedo, directora de la organización.

“Estos niños son ciudadanos y están afectados. Le pedimos que él haga cambios a leyes que favorezcan a mantener a las familias unidas“, añadió.

Familias como la de Raúl Cruz, padre de dos niñas nacidas en Estados Unidos.

“Con las redadas vive uno alarmado y a la expectativa de lo que pueda pasar. Ya no se sabe si va uno a regresara a la casa después del trabajo”, expresó el oaxaqueño.

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Él opina que Trump debería ver el aporte de los inmigrantes al país.

“Uno viene a buscar una mejor vida. No somos lo que él dice, lo que él supone. Traemos una fuerza laboral, nuestra tradición, nuestra cultura“, dijo.

Lola Vargas, madre de seis – dos chicos beneficiados por la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y cuatro ciudadanos estadounidenses – espera que las cartas le “toquen el corazón” a Trump.

“Yo tengo esperanzas de un milagro, que Dios lo ablande,” dijo. “Que él que tiene hijos, cómo le gustaría que lo separaran de ellos”.