IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Fidel Castro y Nueva York: amores y odios, de Manhattan a Harlem

Fidel Castro conoció la Gran Manzana muy joven, allí pasó su primera luna de miel y después encontró refugio cuando aún era un desconocido en Estados Unidos

Miami, FL.- Fidel Castro conoció Nueva York desde sus años jóvenes. En esa ciudad pasó su primera luna de miel junto a Mirtha Díaz Balart, adquirió un lujoso automóvil y encontró refugio huyendo de amenazas de muerte en La Habana, cuando aún era un personaje desconocido en Estados Unidos.

Tras contraer matrimonio el 10 de octubre de 1948, la pareja viajó a Miami Beach y luego a Nueva York, donde al parecer estuvo hospedada unos días en el Hotel New Yorker, una joya del art deco en Midtown Manhattan.  Al reabrir sus puertas en 1994, la instalación trató de usar como atracción publicitaria que Castro había sido huésped de la habitación 3822, lo que desató airadas protestas de exiliados cubanos en Estados Unidos.

Fidel Castro (1926-2016): La obsesión de gobernar

En su estancia neoyorquina, que se extendió por casi tres meses, Castro vivió la mayor parte del tiempo alquilado en un edificio de la Calle 82 y la Séptima Avenida. Allí adquirió un automóvil Lincoln Continental 1947, regalo de boda de sus suegros. Por esos días solía reunirse con otras parejas amigas en el Dixie Hotel de la Calle 42, asistía al teatro, compartía en el restaurante cubano La Barraca o en el cabaret Habana-Madrid, en la avenida Lexington.

El periodista José Pardo Llada (1923-2009), quien compartió con Castro en Nueva York en esa ocasión, recordó en un artículo de 1992 que Castro le confesó que prefería quedarse en la ciudad durante un año para alejarse de la guerra de las pandillas universitarias. Así matriculó un curso de inglés intensivo que abandonó días después para seguir un sistema particular de aprendizaje que consistía en memorizar 100 palabras diarias.

Así fue el anuncio de la muerte de Fidel Castro

Castro retornó con su esposa a La Habana semanas después, pero no tardó en volver a Nueva York a fines de 1949, luego de recibir amenazas de muerte por parte de grupos violentos que agitaban el ámbito universitario de la capital cubana.

Cuando volvió a Nueva York, en noviembre de 1955, fue para hacer proselitismo político entre los emigrados cubanos. Castro y Juan Manuel Márquez, líder del Movimiento 26 de Julio, celebraron una reunión en los salones del Palm Garden, en la Octava Avenida y la Calle 52. A la salida del encuentro fue interrogado por la policía neoyorquina.

El día que Fidel Castro fue un espalda mojada