-Las órdenes ejecutivas DACA y DAPA estarían entre las primeras en ser derogadas por el presidente Trump a partir del 20 de enero de 2017.
-Ambas eran prácticamente letra muerta a causa de demandas presentadas por varios estados. DAPA nunca entró en vigor.
-Trump también acabará con las ciudades santuario y la política de apresar y liberar indocumentados.
Sin dudas, una de las primeras acciones del gobierno del presidente Donald Trump sería cancelar órdenes ejecutivas de su predecesor, Barack Obama, y entre las primeras de la lista se encuentra DACA y DAPA.
Trump calificó a ambas como "una de las acciones más inconstitucionales jamás emprendidas por un presidente". Bajo la política conocida como Acción Diferida por Llegadas n la Niñez (DACA), implementada por Obama como orden ejecutiva en 2012, más de 700.000 inmigrantes que llegaron al país ilegalmente en su niñez han sido autorizados a permanecer temporalmente y trabajar en Estados Unidos.
DAPA, una orden ejecutiva similar para los padres indocumentados de ciudadanos estadounidenses, terminó en letra muerta pues fue impugnada en corte federal por varios estados. DACA también fue desafiada en corte por Texas y otros 25 estados.
Programa migratorio de Donald Trump
En medio de este proceso legal, el Tribunal Supremo de Estados Unidos decidió evitar una decisión sobre si las acciones de Obama al emitir estas órdenes ejecutivas eran legales. En su lugar, el tribunal respaldó una decisión preliminar de un tribunal inferior de bloquear la entrada en vigor de los programas.
De modo que en el momento de la elección de Trump, ambas órdenes ejecutivas estaban prácticamente congeladas. El presidente electo dijo desde el principio que derogaría ambas órdenes ejecutivas, así como a la práctica conocida como "catch-and-release", de no detener a los inmigrantes indocumentados mientras esperan a que se procesen sus casos.
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Además, como apunta la publicación Forbes, la información personal de inmigrantes ilegales recolectada por el gobierno para aplicar los beneficios de DACA ahora podría ser usada contra los que se registraron bajo el programa. Y la actual política de discrecionalidad procesal que protege a algunos inmigrantes al centrarse en las deportaciones de personas violentas podría ser cancelada por una nueva orden ejecutiva de Trump.
El nuevo presidente prometió acabar con las llamadas ciudades del santuario, donde los agentes de la ley locales no están obligados a alertar a las autoridades federales sobre la existencia de indocumentados. En total, más de 200 ciudades en todo el país habrían adoptado ese status.
De modo que no es descabellado decir que a partir del 20 de enero de 2017, el futuro en Estados Unidos de miles de personas beneficiadas por las órdenes ejecutivas de Obama podría cambiar radicalmente.