IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

El cáncer es consecuencia del sexo entre humanos y neandertales, según estudio

Un estudio científico indica que heredamos el papilomavirus a causa de los apareamientos entre neandertales y el homo sapiens.

Miami, FL. - Ahora parece algo raro, exótico, difícil de visualizar, pero hubo un momento en la historia de la humanidad en que el hombre moderno que conocemos tuvo relaciones sexuales con individuos de la especie de los neandertales.

La ciencia ha demostrado en los últimos años que algunos de nuestros genes provienen de aquellos cruces que le facilitaron al hombre actual, entre otras cosas, la capacidad de acostumbrarse a las condiciones severas del clima de la Eurasia del período glacial.


Microsoft busca derrotar al cáncer en una década reprogramando las células

Sin embargo, estos apareamientos entre el homo sapiens y los neandertales también nos legaron enfermedades tan antiguas como la misma condición humana, sobre todo algunas con capacidad para modificar las células sanas y convertirlas en tumores.
 

Este sería, en pocas palabras, el dictamen de un nuevo estudio llevado a cabo por científicos del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS), en coordinación con el Instituto Catalán de Oncología, que ha sido publicado en la revista Molecular Biology and Evolution.

Así que, como ha destacado el científico Ignacio Bravo, uno de los implicados en esta investigación, “la historia de los humanos es también la historia de los virus que llevamos y heredamos”.

Es por ello que los estudiosos le han seguido la huella a algunos de estos virus, especialmente a los papilomavirus, que son muchos y variados, pero entre los cuales se encuentran, según datos de la Organización Mundial de la Salud, unos 13 que son catalogados “de alto riesgo” por su propensión al cáncer del cuello del útero, de ano, de la vulva, la vagina y el pene.

Dentro del amplio grupo de más de 200 tipos de papilomavirus, se destacan los llamados VPH16, que son los responsables de la mayor parte de estos tumores.


Puertorriqueñas, mexicanas y cubanas son las hispanas que más mueren por cáncer de mama

El estudio en cuestión reveló que, de los cuatro grupos en que se divide el VPH16, el A resulta el más agresivo y presente fuera del África subsahariana, donde empezó toda nuestra historia evolutiva.

Al rastrear “la muestra más amplia que se ha estudiado hasta ahora”, como explica Bravo, y cotejarla con pruebas de ADN en casi mil humanos de más de 50 poblaciones diferentes, se comprobó que la variante A del VPH16 no proviene estrictamente de la evolución del homo sapiens sino que había sida adquirido, hace cien mil años, a partir del intercambio sexual entre los neandertales y los humanos modernos recién llegado a Europa, provenientes de África subsahariana.

“Los resultados indicaban claramente que la variante A no se originó en los humanos modernos, sino que era mucho más antigua -aclara Ville Pimenoff, uno de los autores del artículo-. Y los tiempos coincidían con los neandertales y denisovanos, la otra rama evolutiva que siguieron los primeros humanos que salieron de África hace unos 500.000 años”.


Niña con cáncer vive sus últimos días como "una aventura"

Pero lo curioso es que al parecer los neandertales también nos legaron la capacidad genética para hacerles frente a la mayoría de los papilomavirus, y que estos desaparezcan de nuestro organismo sin siquiera darnos cuenta.

“Cada humano no africano lleva entre un 2% y un 6% de genoma neandertal -abundó Pimenoff-. Lo sorprendente es que las funciones de estos genes que nos traspasaron no parecen arbitrarias: una mayoría tienen que ver con la respuesta de nuestras defensas y con la formación del epitelio. Son justamente genes que interactúan con el ciclo de vida de estos virus”.

Los investigadores están convencidos de que, a fin de cuentas, nuestra genética condiciona el comportamiento del virus: en algunos casos desaparece, pero en otros se vuelve crónico y mucho más peligroso.

En pocas palabras, Bravo concluye: “El cáncer es muy antiguo -hay incluso fósiles de dinosaurios con tumores- y los virus que pueden causar algunos de ellos también. Por lo que parece, algunos de los más agresivos los hemos heredado por contacto sexual con humanos arcaicos”.

Según estimados actuales, hoy en día casi un 80% de los adultos con una vida sexual activa ha estado infectado en algún momento por alguna variante del papilomavirus.

La ciencia todavía se empeña en darle caza definitiva a este mal antiquísimo que nos acecha, consciente ya de que se trata de un problema sanitario “histórico”. Por lo que cada vez tiene más fundamento lo afirmado por Ignacio Bravo: “La historia de una especie es también la historia de los organismos que la infectan”.