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Tres de las víctimas de asesino en serie de Phoenix son hispanos

Tres de las cinco víctimas son hispanas. La policía apenas tiene pistas.

Después que Horacio de Jesús Peña fue baleado a la entrada de su casa mientras volvía de su trabajo, los detectives le hicieron las preguntas habituales a su familia. ¿Tenía problemas con alguien? ¿Le debía dinero a alguien? ¿Estaba metido en algo peligroso?

Casi un mes después, la policía se está haciendo una pregunta diferente sobre la muerte de Peña y otros cuatro asesinatos escalofriantemente similares desde abril: ¿Hay un asesino en serie suelto en Phoenix?

Todas las víctimas -hombres y mujeres, de edades comprendidas entre 12 a 32 años- fueron asesinados a tiros afuera de sus casas, cerca de sus autos, en las noches de fin de semana en el barrio obrero de Maryvale.

Esos detalles y la falta de motivo obvio en cada caso llevaron a los investigadores a vincular los asesinatos, pero varias fuentes policiales confirmaron también que los une la evidencia física.

La policía ha intensificado las patrullas de uniformados y agentes encubiertos, ha revisado filmaciones en los condados circundantes, y ha hecho un llamamiento público para obtener información que hasta el momento sólo ha reportado algunas escasas pistas frustrantes.

La hermana gemela de Peña, Nancy, le dijo a NBC News que mientras ella llora a su hermano -"la persona más dulce y agradable"- le preocupa que el asesino o los asesinos vayan a atacar de nuevo.

"Que ninguna persona tenga más información es alucinante", dijo. "Esa persona aún está por ahí. Tenemos que sacarla de la calle."

La policía está aconsejando mayor vigilancia, y algunos residentes se quedan en sus casas en las noches. Los Ángeles de la Guarda de Phoenix patrullan el área algunas veces a la semana.

"Nos reunimos en el estacionamiento de un mercado un viernes por la noche, que es el día de pago, por lo que debe estar lleno de gente, pero ese estacionamiento es como una ciudad fantasma", dijo el líder del grupo, Mike Upchurch. "La gente tiene miedo de lo que está pasando."

Según la policía, el primer homicidio ocurrió el 1 de abril. Diego Verdugo Sánchez, de 21 años, estaba visitando a la familia de su novia embarazada y había salido a ponerle seguro a las puertas de su auto cuando lo mataron.

En el obituario, su familia lo llama un "caballero" que perdió la vida a causa de "la violencia armada sin sentido".

Peña, de 32 años, acababa de salir de su auto en su casa el 3 de junio cuando fue emboscado. "Ni siquiera estaba dos pies de distancia de la puerta de su carro", cuando le dispararon, dijo su hermana Nancy.

"Sólo pensé que estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado", agregó.

Una semana más tarde, Manuel Castro García, de 19 años de edad, estaba de pie fuera de su casa cuando fue asesinado. Un aficionado a los deportes con "un gran sentido del humor", trabajó como soldador con su padre, según su obituario.

Dos días más tarde, el 12 de junio, el asesino atacó de nuevo, abriendo fuego contra dos mujeres y una niña que escuchaban música afuera de una casa.

Angela Linner, de 31 años, murió junto con Maleah Russell, de 12 años de edad. La madre de Maleah, Stefanie Ellis, está gravemente herida y permanece en el hospital.

"Ellas ni siquiera saben lo que les atacó," dijo el padre de Stefanie Ellis a KPNX, afiliada de NBC.

Jon Howard, sargento de la policía de Phoenix, dijo a NBC News que los investigadores ya han anunciado públicamente el 21 de junio que los cuatro disparos estaban vinculados, pero ha habido pocos avances en la investigación.

"No ha habido ninguna actividad, muy pocas pistas," dijo. Ninguno de los disparos fueron captados en video, y las descripciones de los testigos de posibles sospechosos han variado, por lo que los investigadores no tiene pistas sólidas para seguir, dijo.

Howard señaló que los investigadores aún no pueden decir con certeza si se trata de un solo asesino o un grupo. Y no existen vínculos conocidos entre las víctimas, por lo que la policía no ha determinado cómo el atacante escoge los objetivos.