IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

¿Quién es Gonzalo Curiel, el juez hispano que irrita a Trump?

El juez de distrito de Gonzalo Curiel, quien preside dos de las tres demandas contra la Universidad Trump en San Diego, está en la mira de Trump.

Donald Trump lo ha tildado de "enemigo", "muy hostil" y "mexicano".

El juez de distrito de Gonzalo Curiel, quien preside dos de las tres demandas contra la Universidad Trump en San Diego, está ahora claramente en la mira del virtual candidato republicano a la presidencia.

Para Curiel no es nuevo a estar en el ojo de la tormenta -y en la década de 1990 incluso llegó a estar en la lista negra de un cartel de la droga mexicano, según reportes.

El viernes pasado, Trump arrojó una serie de dardos verbales contra Curiel, a quien Trump ha criticado por su manejo del caso en que la escuela en internet que lleva su nombre está acusada de estafar a los estudiantes.

"El juez fue designado por Barack Obama", dijo Trump en un acto de campaña, el mismo día de una audiencia del caso. "Quiero decir, francamente, debería excusarse porque él nos ha dado negativo, negativo, negativo, fallo tras fallo tras fallo.

El juez pareció propinarle una estocada a Trump ese mismo día, ordenando que documentos internos de la Universidad Trump sean divulgados como parte de una demanda colectiva. (Un código de conducta judicial le impide responder públicamente a los ataques verbales.)

Sobre la decisión de divulgar los documentos, Curiel se limitó a señalar que Trump "ha cuestionado la integridad de estos procedimientos judiciales”.

Es una decisión que probablemente mantendrá a Curiel enfrentado con Trump. De hecho, el jueves Trump le dijo a The Wall Street Journal que él cree que el juez tiene un "conflicto de intereses inherente" simplemente debido a su origen mexicano, por el plan declarado del candidato de construir un muro en la frontera sur.

Esto es lo que se sabe sobre el veterano jurista:

Es hijo de inmigrantes.

Curiel nació en East Chicago, Indiana, en 1953.

Durante una audiencia de confirmación en el Senado en 2012 por su nombramiento como juez de Distrito, Curiel fue descrito como hijo de inmigrantes mexicanos, cuyos padres vinieron a Estados Unidos con educación de escuela primaria.

Trump se refirió a Curiel el viernes como "mexicano", una descripción que algunos latinos dicen buscaba ser despectiva.

Se abrió camino hasta un cargo de juez.

Después de obtener su título de abogado en la Universidad de Indiana en 1979, Curiel pasó los próximos 10 años en práctica privada en Indiana y California.

Luego se desempeñó como abogado asistente para el Distrito Sur de California, y trabajó en la Sección de Control de Narcóticos antes de ser nombrado en 2006 por el entonces gobernador Arnold Schwarzenegger como juez de la Corte Superior de San Diego.

Supervisó casos de violencia doméstica, así como los tribunales de familia y casos civiles.

En 2011, Obama lo nombró primero a un cargo de juez de distrito que representa el distrito sur de California en San Diego.

Curiel es ahora uno de los aproximadamente 124 jueces hispanos en una corte federal de EEUU.

La Asociación Nacional de Abogados Hispanos ha salido en defensa de Curiel después de los últimos comentarios de Trump.

"Donald Trump continúa inyectando beligerantes prejuicios raciales y su política de división en sus batallas legales sobre la ahora extinta Universidad Trump", dijo el presidente de la asociación, Robert T. Maldonado, en un comunicado divulgado el miércoles. "Muestra una peligrosa indiferencia y falta de respeto por las ramas separadas del gobierno".

Estuvo en la lista negra del cártel de Tijuana.

Cuando Curiel trabajó en Narcóticos ayudó a desarticular la organización criminal mexicana dirigida por Benjamín Arellano Félix, quien fue detenido en 2002 y condenado por dirigir un cartel violento de narcotráfico entre los EE.UU. y México.

Antes del arresto de Félix, el diario Los Angeles Times informó que Curiel había sido un posible objetivo del cártel cuando un alto lugarteniente fue detenido, y aseguró en una conversación grabada que se le dio el visto bueno para asesinar al entonces fiscal.

Curiel, quien participó en la extradición de los secuaces del cártel, habría sido puesto bajo estrictas medidas de seguridad.

Al discutir el caso con The New York Times en 2002, Curiel no mencionó las amenazas contra él, y se limitó a decir que era útil que él y otros fiscales fueran de ascendencia mexicana y pudieran hablar español.

"Cuando se viene a ver, esto implica el país de nuestros padres", dijo Curiel al periódico.