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El congresista republicano Paul Ryan rechaza postulación a la presidencia de EEUU

Antes de que Ryan hubiese dicho el no habían ya voces que señalaban que era un tanto iluso el creer que el presidente de la Cámara baja podría ser el candidato.

Paul Ryan, el congresista Presidente de la Cámara baja y uno de los más influyentes líderes del partido republicano, anunció hoy que rechazará cualquier postulación como candidato presidencial.

 

Según Ryan, el candidato republicano para la elección de noviembre tiene que ser uno de los aspirantes que han competido en la primaria del partido la cual en este momento tiene a Donald Trump en primer lugar y a Ted Cruz en segundo.

 

El anuncio de Ryan abre la puerta para que también algún otro de los que compitieron en la primaria pueda ser elegido en la convención republicana, bien personajes como el gobernador de Ohio John Kasich -quien sigue en la contienda- o como Marco Cruz o Jeb Bush que en su momento se retiraron por falta de apoyo electoral. 

 

Normalmente un anuncio como el de Ryan no tendría mayor importancia ya que el aspirante que va primero en la primaria sería el potencial candidato, o en todo caso, el que va segundo, faltando únicamente para que en la convención sea declarado el candidato oficial. 

 

Hoy las cosas son diferentes debido a que hay todo un movimiento al interior del partido republicano para detener o impedir que Trump sea el candidato. Cruz puede ser una alternativa, pero igualmente no es bien visto por muchos sectores del partido.

 

Es en este potencial escenario de donde ni Trump ni Cruz ganarían los delegados que se necesitan para llegar a la convención con todo amarrado y sólo esperar a ser declarado el candidato, que aparecía Ryan. Una figura respetada y querida por casi todo el partido republicano y que se pensaba sería la mejor opción para dar la pelea ante Hillary Clinton o Bernie Sanders.

 

Hoy que Ryan dice no a una potencial nominación las cosas se complican para los republicanos. Con todo, aun antes de que Ryan hubiese dicho el no habían ya voces que señalaban que era un tanto iluso el creer que el presidente de la Cámara baja podría ser el candidato. Y esto por una razón simple: su candidatura no hubiese sido aceptada ni por las bases de Trump ni por las de Cruz.

 

Escenario este último que sigue vigente aun ahora con la salida de Ryan. La pregunta es qué harán esas bases, primero las de Trump si su candidato no es el elegido, no obstante que es el que llega a la convención con el mayor número de delegados. Segundo, qué harán las bases de Cruz si su candidato no es tampoco el elegido, no obstante que fue el que quedó más cerca de Trump. 

 

No es casualidad que ya Trump en algún momento habló de que sus seguidores armarían disturbios en la convención si se le impide ser el candidato aun cuando es quien más delegados obtuvo. En suma, lo de Ryan modifica en el papel una situación hipotética -se suponía que él seria el ‘candidato del compromiso’ en lugar de Trump o Cruz- pero en la realidad no cambia mucho: el partido republicano sigue teniendo a dos figuras que van adelante en la pelea por los delegados y a las cuales la mayoría del partido no tolera o no gusta.

 

En estos probables escenarios por supuesto que seria totalmente posible nominar por decir algo a Marco Rubio o a Kasich, el primero en su momento el favorito del liderazgo del partido o al moderado gobernador de Ohio quien para muchos es el que mejores posibilidades tiene de dar la batalla ante Clinton -asumiendo que esta sea la candidata demócrata. El problema es que será difícil venderle o hacerle aceptar esta idea a esas bases de Trump y Cruz.

 

Lo de Ryan por otro lado, tampoco sorprende ya que si algo caracteriza al congresista líder de la Cámara baja es su buen instinto político. Ryan no sólo pareciera estar claro de esta situación imposible que se generaría con las bases de Trump y Cruz, sino también de lo mal que llega el partido republicano a la elección de noviembre. Ryan se aparta hoy del camino para quedar como el candidato republicano casi indiscutible para la elección del 2020.

 

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