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Así fue la primera visita de un presidente estadounidense a Cuba

Calvin Coolidge estuvo en Cuba en enero de 1928 para inaugurar la Sexta Conferencia Internacional de Estados Americanos.
Los presidentes de Estados Unidos, Calvin Coolidge y de Cuba, Gerardo  Machado, durante la visita del mandatario estadounidense a la isla en 1928
In this handout from Paramount News/Pictures, President Calvin Coolidge and President Gerardo Machado of Cuba, ride in the back of a car in Cuba, Jan. 17, 1928. Exact location is unknown. (AP Photo/Paramount News)AP / AP

Miami, FL. - Cuando John Calvin Coolidge, presidente de Estados Unidos entre 1923 y 1929, llegó a La Habana en enero de 1928, fue el primer sorprendido por el entusiasmo de la acogida de los cubanos.

La caravana presidencial había viajado por carretera desde Washington hasta Key West, donde embarcaron en el buque de guerra USS Texas que trasladó a la delegación, de madrugada, hasta el puerto de la capital cubana.

(Esta foto muestra el momento en el que el buque de guerra USS Texas arriba al puerto de la Ciudad de La Habana, Cuba, el 15 de enero de 1928. Foto: Getty Images)

Para sorpresa del propio presidente estadounidense, el primero que visitaba la isla caribeña, una multitud de habaneros los recibió con muestras de entusiasmo y de bienvenida, algo que seguramente constatará en carne propia, ochenta y ocho años después, Barack Obama, el segundo mandatario que, por su visita, entrará en los libros de historia de nuestro continente. En marzo de 2011 Jimmy Carter viajó a Cuba, pero ya como expresidente. 

(El buque de guerra USS Texas pasa frente al Castillo del Morro en el puerto de la Ciudad de La Habana, mientras miles de cubanos observan su arribo desdel el malecón habanero el 15 de enero de 1928. Foto: Getty Images)

Todavía se conservan algunas fotos de aquella acogida de los cubanos al trigésimo presidente de los Estados Unidos. En una de ellas, el señorial carro del mandatario es rodeado por una muchedumbre de habaneros; en otra, Coolidge posa, del brazo de su esposa Grace, junto a la pareja presidencial del país anfitrión, la del hombre fuerte de Cuba, Gerardo Machado, y su mujer Elvira Machado Nodal.

(La multitud salió a las calles de La Habana para recibir al mandatario estadounidense. Foto: Archivo Policía Nacional de Cuba)

Coolidge viajaba personalmente a La Habana para participar en la Sexta Conferencia Internacional de Estados Americanos, donde pensaba fundamentalmente extender "una rama de olivo" a las naciones latinoamericanas que manifestaban una visión crítica de las relaciones de los Estados Unidos con sus vecinos del sur, y que pretendían hacer pasar una resolución antinorteamericana en dicho cónclave.

En 2016 el presidente de la nación más poderosa del planeta no viaja a Cuba para sumarse a los dignatarios de otros países, sino para concretar un gesto inédito dentro de la historia de los vínculos bilaterales: el restablecimiento de las relaciones que echó a andar el 17 de diciembre de 2014, tras casi sesenta años de hostilidades y aislamiento.

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Barack Obama, tan atento a los gestos públicos, sabe que su visita tendrá un efecto de ilusión en la población cubana.

Casi nueve décadas después de aquel viaje de Coolidge, mucho ha cambiado en el mundo. Ocurrió una Segunda Guerra Mundial, triunfó la revolución que llevó a Fidel Castro al poder, se desintegró el bloque de los países comunistas, cayeron las Torres Gemelas y emergió el eterno peligro del terrorismo, pero Estados Unidos sigue situándose a la punta de los países con mayor influencia política y económica.

(John Calvin Coolidge Jr. fue el trigésimo presidente de los Estados Unidos entre 1923 y 1929Foto: Archivo EFE)

De acuerdo con el Miller Center de la Universidad de Virginia, Coolidge, quien gobernó entre 1923 y 1929, no era de esos presidentes que estén muy al tanto de las relaciones exteriores de su nación; para esas gestiones solía valerse del Secretario del Tesoro Andrew Mellon, del Secretario de Comercio Herbert Hoover y del Secretario de Estado, Charles Evans Hughes.

Esta es una de sus diferencias con el actual inquilino de la Casa Blanca, quien ha pespunteado su mediático mandato con un sonado discurso en la Unión Africana, un polémico acuerdo nuclear con Irán, así como con el no menos espectacular descongelamiento de las relaciones con La Habana de Raúl Castro.

Barack Obama ha demostrado que le gusta viajar e interactuar con sus pares en el resto del mundo; Coolidge viajó solo una vez fuera de las fronteras nacionales: Cuba fue su único destino a lo largo de casi seis años de mandato.

(Los presidentes John Calvin Coolidge y Gerardo Machado durante la Sexta Conferencia Internacional de Estados Americanos. Foto: Getty Images)

“Hace treinta años Cuba era una colonia extranjera desgarrada por la revolución y devastada por los enfrentamientos –expresó Coolidge el 16 de enero de 1928, en las únicas palabras que pronunció públicamente en suelo cubano--. Hoy Cuba es su propio soberano. Su gente es independiente, libre y próspera, pacífica y disfruta de las ventajas de autogobierno”.

Las palabras de Barack Obama seguramente no serán similares. No se referirá a Cuba como “la reina de las islas de las Indias Occidentales” ni se atreverá a declarar que “la gente se ha hecho cargo de sus propios asuntos”, porque esto último no es cierto. Sin embargo, como su predecesor, probablemente hablará de “herencia común” y abogará por la “determinación de ajustar las diferencias entre nosotros mismos”.

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En vez de referirse al pasado, se supone que Obama haga hincapié en el futuro, en la necesidad de un cambio de mentalidad y en la apertura definitiva de la isla caribeña hacia el resto del mundo. Su presencia en La Habana generará ilusiones y mucha expectativa. Sus discursos, como el de Coolidge, serán atendidos, pues esta vez la nación del Caribe está muy necesitada de ayuda, tras tantos años del experimento de Fidel Castro. 

Por lo tanto, si algo está garantizado para el actual presidente norteamericano en su visita a La Habana es la multitud que lo saludará, el ambiente festivo y la sensación de ilusión, como mismo ocurrió en 1928 cuando, como relata The New York Times, se destacó el sonido de las salvas de artillería, la “lluvia de rosas” y la imagen de un presidente “profundamente conmovido” al asomarse a un balcón, pues no estaba acostumbrado a tanta efusividad.

(Coolidge camina por las calles de La Habana del brazo de su esposa Grace en compañía de la pareja presidencial del país anfitrión, Gerardo Machado y su mujer Elvira Machado Nodal. Foto: AP)

Esta vez, eso sí, la prensa recordará que en aquel 1928, en plena Ley Seca en territorio norteamericano, se produjo una escena curiosa. De acuerdo con el relato que treinta años después realizara el periodista del Saturday Evening Post, Beverly Smith, el presidente al que muchos conocían como “Cal” asistió con su comitiva a una velada con el mandatario cubano, Gerardo Machado, quien había sido portada de la revista Time en enero de 1931. En medio del intercambio de salón se acercó un camarero con una bandeja cargada de daiquirís, pero el presidente supo salir airoso de aquel trance.

Todo parece indicar que la prensa que acompañaba a Coolidge estaba curiosa por ver su reacción, pues el tema de la Ley Seca seguía en el tintero de la política doméstica. Pero este, con cierta flema, supo avistar el “peligro” y empezó a girar sobre el eje de su cuerpo, y mientras conversaba con el hombre fuerte de La Habana, se interesó en uno de los cuadros que adornaban el salón, y cuando regresó a su posición inicial el camarero ya había seguido su rumbo.

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“Su maniobra fue una clase maestra de cómo evadir una situación”, concluye Smith.

Así las cosas, lo deseable es que el actual inquilino de la Casa Blanca no tenga que evadirse de las situaciones que le saldrán al paso. Es posible que, además del deshielo de las relaciones iniciado en diciembre de 2014, Barack Obama entre en la historia con hielo, jugo de limón, Coca Cola y mucho ron cubano.

Como mismo John Calvin Coolidge ha quedado como el primer presidente norteamericano (¡el único republicano!) que viajó a la isla, puede que Obama sea el único que levante un vaso helado de Cuba Libre delante del actual hombre fuerte de La Habana, y seguidamente brinde por una Cuba diferente.

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