Bernie Sanders, el senador de Vermont quien se declara así mismo como un “socialista demócrata”, habría ganado la primaria del partido demócrata en New Hampshire, según la proyección de Noticias Telemundo.
Según las encuestas, el senador era el favorito para ganar en New Hampshire y la única expectativa era sobre cuál sería el margen de diferencia sobre Clinton.
La victoria en New Hampshire, no obstante que sin duda da dinamismo a la campaña de Sanders y confirma de que hay ahora una verdadera batalla por la nominación demócrata, no altera fundamentalmente la campaña. New Hampshire es un estado donde Sanders tenía una ventaja natural debido a la cercanía con Vermont por lo que es senador es ahí bastante conocido.
Cosa distinta se supone que serán las votaciones en los dos estados que vienen en el calendario demócrata: Nevada y Carolina del Sur. En ambos -al menos es lo que hasta hoy han mostrado las encuestas- Clinton aventaja a Sanders debido a que tiene el apoyo de las minorías -latinos en Nevada y afro americanos en Carolina del Sur.
La victoria de Sanders sin embargo, -y más allá del supuesto apoyo de las minorías a Clinton en los otros estados- ha confirmado también que la pasión y entusiasmo que ha generado la campaña del senador liberal o de izquierda, particularmente entre los jóvenes, es algo que no puede desestimarse. Que quizá en este momento no sea suficiente para predecir una victoria en la nominación, pero que ciertamente ha encendido una mecha entre muchos votantes demócratas que ha puesto a la defensiva a Clinton.
Esa pasión, entusiasmo y esperanza en especial, que provoca el senador de 74 anos, son sentimientos que en general están ausentes en la campaña de Clinton. Algo superficial si se quiere, pero que es clave en las campañas presidenciales. Clinton de alguna manera es vista por muchos como parte del “establishment” o del estado de cosas. Un poco más de lo mismo que lo principal que ofrece es proteger lo hasta hoy conseguido.
Lo que se suponía seria un paseo de campo para Clinton -literalmente una ‘coronación’ de su candidatura- se ha convertido ahora, primero con el casi empate que hubo en Iowa y la victoria de Sanders en New Hampshire, en una fiera pelea por la nominación demócrata. Clinton sigue siendo la favorita pero en un escenario mucho más complicado.