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Condenan a ex policía a 520 años de cárcel por muerte de 12 jóvenes en México

Gutiérrez y Henonet fueron condenados por privación ilegal de la libertad agravada con violencia y por el hecho de que posteriormente las víctimas fueron asesinadas y algunas eran menores de edad.

Dos hombres, uno de ellos un ex policía, fueron condenados por su participación en el secuestro ocurrido en 2013 de 12 jóvenes en un bar de la Ciudad de México, cuyos cuerpos fueron encontrados meses después en una fosa clandestina, informaron las autoridades el domingo.

La fiscalía de la capital mexicana informó en un comunicado que el ex agente Edgar Ernesto Gutiérrez Vera y Andrés Estuard Henonet González fueron condenados a 520 años de cárcel y una multa de más de cinco millones de pesos (unos 300.000 dólares) por los sucesos de 2013, con lo que suman ya cinco los sentenciados por este crimen.

El juez consideró a Gutiérrez y Henonet responsables del delito de privación ilegal de la libertad agravada con violencia y por el hecho de que posteriormente las víctimas fueron asesinadas y algunas eran menores de edad.

Además, en el caso del ex policía, el delito se agravó por tratarse de un funcionario, siendo inhabilitado por 70 años para ocupar cualquier cargo público.

El pasado mes de septiembre condenaron a penas similares a otros tres involucrados en los crímenes pero el caso sigue abierto.

El secuestro ocurrió el 26 de mayo de 2013 a plena luz del día en el bar Heaven, a sólo una cuadra del Paseo de la Reforma, una de las arterias principales y más concurridas de la capital mexicana.

Entre los detenidos estaban socios del bar, policías de la capital y supuestos integrantes de pandillas y el caso sacudió la imagen de la ciudad como una de las zonas más seguras de México, relativamente libre de la violencia vinculada al crimen organizado que ha afectado a otras localidades del país.

Las autoridades de la capital consideraron que el secuestro y posterior asesinato de los jóvenes se debió a una disputa entre pandillas rivales dedicadas al narcomenudeo en bares y centros nocturnos.

Varios de los plagiados eran del barrio popular de Tepito en el centro de la ciudad, considerado como uno de los vecindarios más peligrosos de la urbe y el principal mercado de comercio ilegal de Ciudad de México.

No es la primera vez que policías de gobiernos locales son involucrados en crímenes graves. En 2014, agentes de dos localidades del sur de México participaron  en la desaparición de 43 estudiantes cuyo paradero aún se desconoce y en 2011 policías de un municipio del norte del país estuvieron involucrados en la matanza de 193 migrantes cuyos cadáveres se encontraron en fosas clandestinas.