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Presidente Obama asegura que se derrotará al Estado Islámico

“La amenaza terrorista es real”, aceptó el presidente en un inusual discurso desde la oficina oval de la Casa Blanca.

En una intervención que combinó el papel de Comandante en Jefe y padre, el Presidente Barack Obama trató de calmar los nervios de buena parte de la sociedad estadounidense asegurando que se derrotará al Estado Islámico y que como padre de dos hijas entiende el temor de mucha gente ante la amenaza terrorista.

“La amenaza terrorista es real”, aceptó el presidente en un inusual discurso desde la oficina oval de la Casa Blanca (apenas el tercero que da desde ahí en sus dos periodos de gobierno), para rematar que Estados Unidos “destruirá” al Estado Islámico o a cualquier otra organización terrorista que amenace al país.

El mandatario tenía frente así una tarea compleja. Luego de los atentados terroristas en París y en San Bernardino, es claro que mucha gente está temerosa. Más allá de afiliaciones partidarias, edad, origen étnico o religión, el punto es que mucha de la población teme acciones terroristas en el territorio del país y demanda de su presidente tanto una palabra de consolación como un plan de acción para defenderse y ganar la batalla ante el terrorismo. 

Esta parte de la tarea en gran medida se cumplió. Obama utilizó un lenguaje más fuerte y robusto contra el Estado Islámico. En lugar de “contenerlos” como antes había hablado de ellos, hoy habla de destruirlos. Es posible que para alguna gente esto sea suficiente. Que la retórica dura y amenazadora del presidente los tranquilice o les de confianza de que el gobierno sabe como protegerlos y eventualmente derrotar al terrorismo.

El problema es la otra parte de la ecuación: la estrategia contra el Estado Islámico. Obama básicamente no presentó nada nuevo en lo que es el combate contra la organización terrorista. Habló de que se les perseguirá en cualquier país donde se encuentren -ya se hace-. De que se combatirá sus operaciones financieras y su “viciosa” ideología -en gran medida también ya se hace esto. De que se trabajará para que haya un cese de fuego en lugares como Siria y así facilitar el combate al Estado Islámico -no es seguro que se logrará el cese de fuego y tampoco de que eso sea suficiente para derrotarlos.

A nivel local el mandatario también presentó un par de iniciativas, las cuales dependen de su aplicación de la aprobación del Congreso. La más importante es que el Congreso de la autorización formal para combatir al Estados Islámico. Esto permitirá que haya más fondos y el mandatario tenga mano libre para bombardear o hacer lo que crea necesario en Siria -uno de los países donde opera el Estado Islámico.

Una de las cosas que dejó claro Obama es que no habrá tropas de Estados Unidos en el terreno para combatir al Estado Islámico. Esto es positivo ya que la experiencia de Iraq demuestra que al final de cuentas las intervenciones militares de Estados Unidos en el Medio Oriente causan más problemas que soluciones.

Otra de las cosas que tampoco se harán en respuesta a esta amenaza terrorista, o al menos es el deseo del presidente que no suceda, es la discriminación o los ataques verbales contra los musulmanes en Estados Unidos. Los musulmanes estadounidenses “no deben ser tratados de manera diferente”, exigió Obama, lo que mismo que también es inaceptable que hayan “exámenes religiosos” (si alguien es musulmán o no).

De esta última idea el mandatario hizo un vínculo con lo que a su juicio son las mejores tradiciones de la sociedad estadounidense: la libertad, la oportunidad, el tratar igual a todo el mundo independiente de su origen, estatus social o económico y religión. Básicamente señalando que no es con el miedo, las acusaciones contra ciertos grupos de población (musulmanes) y la discriminación que debe reaccionarse ante el temor natural de mucha gente por la amenaza terrorista.

Los trágicos eventos de París y San Bernardino parecieran haber marcado un antes y un después en la percepción de mucha gente sobre el terrorismo. Sólo el tiempo y lo que suceda en el terreno -sino hay mas ataques- dirán si Obama consiguió darle la tranquilidad que se espera de un padre de familia a una sociedad ciertamente crispada por la realidad. Y será el tiempo también el que mostrará si su promesas de victoria como Comandante en Jefe se hicieron realidad.

Más allá de planes y estrategias, hay ocasiones en que la simple retórica dura y frontal es la medicina que funciona. Quizá hoy, con eso, el mandatario ganó la partida del día.