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Más masacres en EEUU que los 365 días que tiene el 2015

La alarmante cifra asle la luz días después de que en el pasado Viernes Negro se vendiera un número récord de armas

La masacre en San Bernardino que dejó 14 muertos ha centrado la discusión pública en otra estadística igualmente desgarradora: 355 asesinatos en masa en lo que va del año en Estados Unidos 

Sí, así como se lee, más masacres con armas de fuego que días que han transcurrido del 2015 (una 'masacre' es definida como un incidente donde hay cuatro o más víctimas de armas de fuego). 

Sólo en la última semana han habido seis masacres, según reporte del sitio de internet ShootingTracker.com, incluyendo la de la clínica “Planned Parenthood” en Colorado. O, incluso, otro tiroteo que ocurrió este miércoles en el estado de Georgia y que dejó un muerto.

La primera reacción ante estas cifras es que es necesario limitar el acceso a las armas de fuego. De que en gran medida las masacres se han dado debido a que hay demasiadas armas en la sociedad y que además es relativamente fácil adquirirlas. 

El propio Presidente Obama se pronunció en la misma tarde del miércoles, lamentándose del por qué en Estados Unidos se daban este tipo de actos violentos con una frecuencia que no se ve en ningún otro lugar del mundo -al menos no en sitios que no están en guerra civil o que son objeto de otro tipo de violencia como la del narcotráfico. 

Obama, como pasa siempre después de este tipo de eventos trágicos, volvió a hacer un llamado para que se establezcan leyes más estrictas de control de armas.

En el papel no debería haber mayor discusión sobre la necesidad de estas nuevas leyes para hacer más difícil que cualquier individuo obtenga una arma de fuego. Mas allá, por supuesto, de los que por principio se oponen a cualquier regulación de control de armas que, en su mayoría, residen en los estados del Sur y exigen se respete la Segunda Enmienda de la Constitución que garantiza el derecho a portar armas. Pero este es un debate que no puede verse sólo en blanco y negro pues hay muchos grises en el medio.

Para comenzar, sucede que la mayoría de armas que se han utilizado en los asesinatos en masa han sido adquiridas de manera legal. Las que se usaron en San Bernardino, por ejemplo, fueron compradas con todos los requisitos que establece la ley en un estado -California- que tiene una de las legislaciones más estrictas en lo que a control de armas se refiere. En otras palabras, aun si se aprobaran leyes como las que Obama pide, los que compraron las armas que se utilizaron en la masacre de San Bernardino las hubieran poder adquirido de igual forma (al menos las dos pistolas). La principal de estas leyes es la de que previo a la venta se haga una “revisión universal” de los antecedentes penales del comprador. 

Esto de “universal” hace relación a que con las leyes actuales hay varios agujeros que permiten que alguien pueda comprar un arma en ciertas circunstancias -por ejemplo en un feria de venta de armas-. El detalle es que en California ya no existe este agujero. Todas las compras en el estado dorado deben pasar por la revisión de los antecedentes penales y un periodo de espera antes de que pueda concretizase la venta.

Otra de las ideas es que se prohiba el acceso a los fusiles automáticos o de asalto. Sucede que en California en general está prohibida la venta y posesión de tales armas. Hay ciertas excepciones, pero para obtener una de estas armas hay que llenar toda una serie de estrictos requisitos (más registros con la policía, huellas digitales, etc.)

Es de suponer, o al menos es una posibilidad sujeta a confirmación, que en el caso de San Bernardino las armas de asalto (fueron cuatro las armas utilizadas, dos rifles y dos pistolas) llegaron de otro estado donde se permite con menos restricciones su compra y posesión. Detalle no menor este ya que, de ser cierto, es lo que pudiera suceder aun si se aprobara a nivel nacional la ley prohibiendo la venta y posesión de armas automáticas. 

Para que la ley realmente tuviera efectos habría que decomisar todas los rifles semi automáticos, o de asalto, que ya están en las manos de miles de personas. Dada la realidad social y política del país -la tradición, la Segunda Enmienda, el poder de grupos como la Asociación Nacional del Rifle (NRA), etc.- es de pensar que esto es poco menos que imposible de llevar a cabo.

De nuevo, no es que se esté en contra de la propuesta de que se aprieten las leyes del control de armas, es simplemente que la realidad es más complicada que el simple echarse las culpas por no querer aprobar tales leyes o por la defensa a ultranza del derecho a portar armas. 

Es cierto que hay relativamente menos masacres en aquellos estados que tienen leyes más estrictas de control de armas, pero al mismo tiempo en muchos de estos estados hay menos gente que tiene armas de fuego por lo que no hay una correlación directa entre menos armas y menos actos violentos.

Es cierto también -y en este caso es válida la critica de los demócratas y otros liberales- que no es suficiente conque los líderes republicanos se limiten a decir que “rezarán” por los muertos en las masacres. Además de oraciones se necesita hacer algo. Y quizá no sólo en el tema del control de armas, sino también en el discurso público -bajarle el tono a los ataques al ‘otro’, sea este musulmán, extranjero, inmigrante, etc.

Otro dato que ayuda a darle un poco de contexto a estas masacres es que la mayoría han ocurrido después de 2007. Valga recordar también que en 1994 con Bill Clinton se aprobó una ley que prohibía la fabricación de armas de asalto, ley que estuvo en vigencia por diez años y que en 2004 con George W. Bush no se renovó.

Será tarea de sociólogos y otros especialistas tratar de determinar qué es lo que ha cambiado en la sociedad estadounidense para que se den con tanta frecuencia estos asesinatos masivos de inocentes. O también determinar qué es lo que ha hecho que tanta se arme en la última década (alrededor de 300 millones de armas en el país). 

Sólo el pasado viernes -el llamado 'Viernes Negro' por lo de las ventas en oferta- hubo 185,345 revisiones de antecedentes penales para comprar armas (cada revisión es de alguien que quería comprar un arma). Las armas de fuego fueron uno de los artículos que más se vendieron en ese viernes de ofertas. 

Más allá de cuál haya sido el motivo por lo de San Bernardino, y que se conozcan más detalles sobre cómo los dos sospechosos adquirieron las armas, vale rescatar las ideas del presidente.

No es aceptable, señala el mandatario, que se sigan dando estas masacres, al tiempo que reiteró su llamado por que se aprueben leyes más estrictas para el control de armas. 

“Nunca debemos pensar que esto es algo que simplemente pasa dentro del curso ordinario de eventos ya que no sucede con la misma frecuencia en otros países”, añadió Obama en una entrevista con la cadena CBS. 

El patrón de masacres en Estados Unidos, siguió el presidente, “no tiene paralelo en ningún otro lugar del mundo”.

No queda claro sin embargo, aun con lo dicho por el presidente, cuál es la solución para salir de este ciclo de violencia y asesinatos en masa.