El vaticano calcula que unas 300.000 personas asistieron a la misa del papa Francisco en el santuario cristiano más importante de Uganda, lejos de los 2 millones previstos por las autoridades.
El vocero vaticano, reverendo Federico Lombardi, dio a conocer la cifra el sábado.

Dijo que otros 150.000 jóvenes se encuentran en una pista aérea en desuso en Kampala donde Francisco presidirá un acto.
El papa Francisco pidió a los ugandeses que sean misioneros en su propio país cuidando a ancianos, pobres y abandonados.
Francisco transmitió su mensaje el sábado durante una misa en el santuario cristiano más famoso de Uganda: El lugar donde 45 mártires del siglo XIX fueron torturados y quemados vivos por negarse a renunciar a su fe.
El pontífice dijo a los fieles reunidos en Namugongo que deben seguir el ejemplo de los mártires para la difusión de sus creencias.
"A este legado no se sirve con un recuerdo ocasional o por tenerlo consagrado en un museo como una joya preciosa. Más bien los honramos a ellos y a todos los santos cuando llevamos su testimonio de Cristo en nuestras casas y vecindarios, en nuestros lugares de trabajo y en la sociedad civil, tanto si nunca salimos de casa como si podemos ir al último rincón del mundo", dijo Francisco.