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Rechazan solicitud de más tiempo para responder sobre acción ejecutiva

El abogado del Estado envió una carta rechazando la petición de una corte que solicitó más tiempo para responder sobre los alivios migratorios

El presidente de EE.UU., Barack Obama, pidió al Tribunal Supremo que fije cuanto antes una fecha para decidir sobre las medidas migratorias destinadas a regularizar a cinco de los once millones de indocumentados que viven en el país, según la solicitud gubernamental, a la que accedió hoy Efe.

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El tiempo se ha convertido en un factor clave, pues si los nueve jueces del Alto Tribunal deciden en junio de 2016 sobre las medidas de Obama, decretadas hace un año, el mandatario podría comenzar a implementar sus políticas para frenar las deportaciones antes de dejar la Casa Blanca, en enero de 2017.

En una carta de dos páginas remitida este martes, el abogado del Estado, Donald Verrilli, rechaza la petición de tiempo extra que ha formulado ante la Corte una coalición de 26 estados, en su mayoría con gobernadores republicanos, que ya consiguió que el "alivio" migratorio se suspendiera temporalmente en tribunales inferiores.

La coalición de estados republicanos pidió al Tribunal Supremo 30 días más para responder al recurso, interpuesto el pasado 20 de noviembre y con el que Obama busca revertir la decisión de este mes de una Corte del Quinto Circuito de Apelaciones, con sede en Nueva Orleans, que decidió mantener el bloqueo a las medidas migratorias.

Si el Supremo accede, los estados contarían con 30 días más, que se suman a los 30 días que ya tienen, para presentar su escrito judicial inicial, destinado a defender los daños económicos que supuestamente sufrirían los estados al expedir licencias de conducir a los indocumentados, que pasarían a tener derecho a esos carnés.

La demora reclamada por los republicanos haría que el Alto Tribunal no tuviera los escritos iniciales de las partes hasta el 20 de enero, impediría que el caso pudiera ser escuchado en este periodo de sesiones y, por tanto, no habría una decisión hasta junio de 2017, según las estimaciones que hace en su carta Verrilli.

El efecto de tal retraso provocaría "un daño irreparable" en los cinco millones de personas que están esperando las medidas para poder obtener un permiso de trabajo, una licencia de conducir y un permiso especial para volver a su país de origen, según recuerda el abogado del Gobierno.

En su escrito, no obstante, el letrado acepta una extensión de ocho días, de forma que el 29 de diciembre de este año el Tribunal Supremo contaría ya con el escrito provisional de las partes.

"Ese tiempo debería de ser más que suficiente", zanja en la misiva Verrilli, que ya defendió ante el Supremo otras políticas de Obama, como la reforma sanitaria.

Para el Gobierno es crucial que los nueve jueces de la Corte, con cargos vitalicios, admitan estudiar el caso en enero para que puedan pronunciarse en junio de 2016, cuando quedaría un mes para que los partidos elijan a sus candidatos para las elecciones presidenciales de noviembre de ese año.

En ese caso, el Tribunal emitiría en plena campaña presidencial su veredicto sobre los indocumentados, que se han convertido en un arma arrojadiza entre los candidatos republicanos y demócratas.

Los comentarios despectivos de aspirantes, como el magnate Donald Trump, que propuso la construcción de un muro en la frontera con México y la expulsión de 11 millones de indocumentados, han encendido a la comunidad hispana, cuyo voto podría ser crucial para decidir al próximo inquilino de la Casa Blanca.

Mientras la batalla se afila en la arena política y judicial, en el Tribunal Supremo está el futuro de las personas que se beneficiarían del programa de Acción Diferida para Responsabilidad de los Padres (DAPA), actualmente bloqueado y dirigido a los padres con hijos con residencia permanente o ciudadanía estadounidense.

En las manos del Supremo está también el plan de Acción Diferida (DACA), destinado a los jóvenes indocumentados, conocidos como "dreamers" (soñadores), que llegaron al país siendo niños.

Lo que se encuentra suspendido de este último plan para jóvenes creado en 2012 es la ampliación que dictó Obama hace un año con el objetivo de que tuviera más beneficiarios.

El presidente se comprometió por primera vez en 2008 a cambiar el sistema migratorio y decidió actuar unilateralmente ante la imposibilidad de sacar adelante en el Congreso una reforma en ese terreno.