Joel Salinas siempre pensó que todo el mundo era como él: con la capacidad de sentir, literalmente, el dolor ajeno.
Pero en diciembre de 2005, durante un viaje que hizo a la India, una neuróloga que lo acompañaba le comentó sobre un trastorno sensorial en el que el cerebro, por ejemplo, percibe números en colores y tiene la capacidad de ver la música.
Esta condición, que se le conoce como “sinestesia”, la padecen unos 280 millones de personas en el mundo, de acuerdo a cifras destacadas en el estudio de Simner publicado en el 2006.
La sinestesia se manifiesta de muchas maneras; pero el caso de Salinas, un médico de 32 años graduado de la Universidad de Harvard, es uno de los más raros.
“Sólo conozco a una persona que tiene lo mismo que yo”, dijo el doctor Salinas.
Salinas padece lo que se conoce como “Mirror-Touch Sinestesia” o “Toque Espejo”, lo que le permite sentir como suyas las sensaciones de otras personas como lesiones y emociones intensas. Así que si él ve que alguien le da un puñetazo a otro, su cuerpo responde como si le hubieran pegado a él.
“Si sucede algo inesperado la mente puede confundirse”, expresó Salinas. “Por lo menos para mí a veces puede ser abrumador”.
Pero para el doctor Salinas esta condición, más que un dolor, es una herramienta la cual logra controlar con el yoga y la meditación.
“Me ayuda a entender mejor a mis pacientes, que quizás no sepan cómo explicar lo que sienten”.
Sinestesia fue declarada una condición médica en 1812 por el Dr. Georg Tobias Ludwig Sachs, de Carinthia, Austria, que fue el primer especialista en explicar las características en una disertación publicada en latín. Sachs está reconocido como el primer sinestésico en el mundo medicinal.
La Sinestesia es más frecuentemente vista entre los que padecen autismo y quizás hasta los que tienen cierto nivel de epilepsia o esquizofrenia. Según Salinas, todos los seres humanos tienen un poco de su condición como cuando las personas se estremecen al ver un accidente en la carretera. Sentir empatía es también una forma de ser tocado por el “Toque Espejo”, que para Salinas es la forma más normal de vivir la vida.