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Guerra en el fútbol español amenaza final del campeonato

Guerra en el fútbol español amenaza final del campeonato

MADRID (AP) — La guerra, hasta ahora fría, finalmente estalló en el fútbol español. La huelga que amenaza con paralizar el desenlace de la Liga enfrenta a todos los estamentos, desde el gobierno hasta los jugadores, y las consecuencias son imprevisibles si nadie cede.

La Liga de Fútbol Profesional, que agrupa a los 42 clubes de primera y segunda división, impugnó judicialmente el jueves el paro convocado por la Federación española y el sindicato de jugadores en protesta por la nueva venta unificada de los derechos de televisión.

El organismo dijo en un comunicado que la ley atribuye a la Liga y no la federación "la potestad para organizar las competiciones profesionales y aprobar el calendario deportivo" de las mismas.

"Si tiene que haber huelga, que la haya", dijo el presidente de la Liga, Javier Tebas. "Pero no vamos a someternos al chantaje de la Federación".

Los clubes anunciaron una asamblea extraordinaria el próximo lunes para consensuar una respuesta. La huelga comienza el 16 de mayo y pone en jaque las dos últimas fechas del campeonato, que se disputan Madrid y Barcelona, y la final de la Copa del Rey entre Barsa y Athletic de Bilbao el 30 de mayo.

La guerra se produce además cuando Madrid y Barcelona tienen opciones de disputar una histórica final española de Liga de Campeones el 6 de junio en Berlín. Tebas admitió que el daño económico sería "cuantioso".

"Incluso desde China nos han mostrado su preocupación por las consecuencias que puede tener para nuestros patrocinadores", indicó.

El motivo oficial de la huelga es la nueva ley que permite la venta conjunta de los derechos de televisión del fútbol español. Pero esconde un largo pulso entre el presidente de la federación Angel María Villar, de un lado, y el Consejo Superior de Deportes del gobierno y la Liga, de otro.

"(Villar) es un mal gestor y un mal presidente", señaló Tebas. "Solo invita a su casa a quien quiere y así maneja a la Federación durante 27 años. Mucha gente se lo ha permitido".

"Tiene que asumir que tiene una posición y que tiene que hablar con todos los interlocutores del fútbol, le guste o no", añadió.

El sindicato de futbolistas critica el dinero de la venta se destine en un 90% a los clubes de primera y solo un 10% a los de segunda. Según los jugadores, el reparto es 80-20 en otros modelos similares garantiza mejores sueldos para plantillas modestas.

Además, aseguraron que la norma da demasiado poder a la Liga y que el paro no es una medida de fuerza sino una defensa de sus derechos.

"Estamos a favor de la venta centralizada, pero no cómo se ha hecho la norma", dijo Luis Rubiales, presidente del sindicato, que habló en rueda de prensa rodeado de grandes estrellas como Sergio Ramos, Iker Casillas, Gerard Piqué, Xavi Hernández y Andrés Iniesta, entre otros.

Hasta ahora, los clubes españoles negociaban la venta de sus derechos audiovisuales individualmente, lo que había abierto una brecha enorme entre lo que ganaban Madrid y Barcelona, y el resto.

La Federación, por su parte, se queja de haber sido excluida del acuerdo, y que se ha ninguneado al fútbol aficionado. Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, lo niega y pidió el jueves a Villar que reconsidere su postura.

"Villar se ha hecho una idea de que el fútbol es lo que él quiera y que con el fútbol no se puede hacer nada distinto de lo que sea su parecer", dijo Cardenal a la emisora Onda Cero.

La relación entre Villar, que lleva casi 30 años al frente de la Federación, y Cardenal no ha sido fácil. Cardenal asumió el cargo con la llegada del Partido Popular al poder en 2011 y se propuso dotar de mayor transparencia, sobre todo económica, al fútbol español.

El Consejo ha hecho públicas las auditorías de los clubes profesionales, que revelaron deudas de miles de millones de dólares en impuestos e impagos a la Seguridad Social.

Cardenal intentó hacer lo mismo con la Federación, pero el Consejo acusó a Villar de impedir el acceso del auditor externo contratado a los libros de cuentas.

Villar negó las acusaciones y aseguró que las cuentas de la Federación están perfectamente auditadas. El mandatario ya amenazó entonces con parar todas las competiciones. Y en lo que fue interpretado como una declaración de guerra que dura hasta ahora, Villar envió una carta a la UEFA, máximo órgano de gobierno del fútbol europeo, en la que acusaba al Consejo de "intromisión ilegítima en materias reservadas al fútbol".

El último desencuentro se produjo hace solo unos meses. Villar se ausentó de una reunión para estudiar sanciones y nuevas medidas antiviolencia tras la muerte de un aficionado en una batalla campal entre hinchas del Deportivo de La Coruña y el Atlético de Madrid.