IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

¿Cuál es la alternativa si no hay acuerdo nuclear con Irán...bombardear?

El plazo para hallar un acuerdo al asunto nuclear vence esta medianoche

Por Carlos Rajo

Por décadas Irán ha sido uno de los principales adversarios -sino que es enemigos- de  Estados Unidos, país con el cual Washington no tiene relaciones diplomáticas y al cual se le ve como el responsable o el que está detrás de muchos de los problemas o puntos calientes en el Medio Oriente. 

No por casualidad, el presidente George W. Bush puso a Irán en el 2002 en el llamado “Eje del Mal”, país junto con Irak y Corea del Norte, que según el mandatario apoyaba el terrorismo y buscaba obtener medios de destrucción masiva (armas nucleares, etc.).

¿Cómo entonces, se preguntará alguien, es que hoy Estados Unidos está sentado en la mesa de negociaciones con Irán y no obstante la oposición de muchos en el Congreso en Washington o de líderes como el Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, el gobierno de Obama se apresta a firmar un acuerdo sobre el tema nuclear con ese “malo de la película” que supuestamente es Irán?

La respuesta a esta pregunta pueda ser compleja y tomar páginas enteras de explicaciones, con todo, se puede resumir en una frase: la alternativa a la negociación es bombardear Irán.

Así de simple. El gobierno de Obama y cinco países más: Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania, grupo conocido como el P5+, llevan varios años negociando con Irán y están hoy en la recta final de la negociación tratando de alcanzar un acuerdo de líneas generales antes de que se venza el plazo este martes 31 con la idea de evitar que se llegue a esa alternativa. 

De no haber acuerdo, tarde o temprano habrá que recurrir a la fuerza debido a que Irán continuará con su programa nuclear.

Un detalle para recordar: Irán argumenta que como cualquier otro país, tiene el derecho a desarrollar su industria nuclear. Que además, lo hará únicamente para propósitos civiles, es decir para ocuparlo en cosas médicas y demás y no para fabricar armas nucleares. Que si Estados Unidos, Rusia y varios otros países -incluido Israel, aunque este país no acepta oficialmente que tenga armas nucleares- tienen una industria nuclear, ¿por qué no Irán?

La respuesta de mucha de la comunidad internacional y en particular de Israel y sus aliados en los corredores del poder en Washington, es que el mundo no puede permitirse que Irán desarrolle su industria nuclear ya que de hacerlo tarde o temprano terminará utilizándola para fines armamentistas. 

Que es una amenaza a la existencia de Israel, sigue el argumento, el que el “país de los Ayatolas” -en Irán quien tiene la máxima autoridad es un clérigo o Ayatollah-, el cual es un jurado enemigo de Israel, tenga armas nucleares. 

Que además, un Irán con armas nucleares sería no sólo una amenaza a sus países vecinos en el Medio Oriente -Irán pelea con Arabia Saudita cada centímetro de poder e influencia en la región-, sino que además daría el pretexto para que otros países también intentarán desarrollar programas nucleares con lo cual se crearía una carrera por conseguir armas nucleares.

En general, el gobierno de Obama comparte estos temores y ansiedades de Israel y sus aliados. Más allá de las críticas de Netanyahu y muchos congresistas y senadores a la negociación que lleva el P5+ en Ginebra con Irán -quien encabeza la delegación estadounidense es el Secretario de Estado John Kerry-, la verdad es que Estados Unidos está básicamente en la misma esquina que Israel: tampoco quiere que Irán tenga armas nucleares.

La diferencia es que el Presidente Obama acepta esa disyuntiva que se mencionó: que sino hay acuerdo sobre el tema nuclear con Irán, la alternativa es brutal. Sólo quedará la fuerza. Bombardear Irán para impedir que siga con su programa nuclear.

Y bombardear Irán no es algo simple. O mejor dicho, sí es relativamente fácil para Estados Unidos bombardearlo -por fin los USA siguen siendo el primer poder militar del planeta-, el problema es qué viene después. 

En primer lugar, no es claro que los bombardeos puedan destruir del todo o detener en el largo plazo el trabajo nuclear de Irán. Varias de las instalaciones de Irán donde hay centrifugas -fundamentales para el proceso nuclear- están bajo tierra y/o escondidas en el interior de montañas. No queda claro que aun con el inmenso poder militar de Estados Unidos se pueda destruir del todo el programa nuclear iraní.

Luego, el otro problema será la repuesta de Irán. No es que Irán pueda atacar directamente a Estados Unidos, sino que lo hará bien vía sus aliados -el grupo Hezbollah del Líbano para el caso- o bien en otros sitios importantes para USA como Irak y en general el Medio Oriente. El punto es que Irán tiene la capacidad para complicarle la vida a Washington vis a vis los tantos intereses de Estados Unidos en el mundo.

Así se explica entonces la urgencia de el gobierno de Obama por conseguir el acuerdo con Irán antes de que venza el plazo de la medianoche de hoy. El acuerdo hará que en general Irán detenga el desarrollo de su industria nuclear por unos diez o quince años -o por lo menos la parte que pudiera ser utilizada para fabricar una arma nuclear- y a cambio se levantarán las sanciones económicas que la comunidad internacional ha puesto contra Irán (hay muchos otros detalles en el posible acuerdo sobre por ejemplo cuándo se levantarán las sanciones, cuándo y cómo se impondrán de nuevo si Irán no cumple lo acordado, etc.). 

Aun si hubiese acuerdo no es fácil que este no sólo se implemente sino que antes de eso que sea aceptado por las sociedades y elites en cada país. En Irán es posible que los sectores duros lo vean como inaceptable ya que dirán que los negociadores -gente del Presidente iraní quien está de acuerdo con la negociación pero que no pertenece al sector más extremista o nacionalista- “vendió” al país ante “el satán” Estados Unidos (así como Bush veía a Irán como parte del del ‘imperio del mal’, así muchos en Irán ven a USA como el gran demonio).

En Estados Unidos hay suficientes amigos y aliados de Israel en el Congreso que es posible que descarrilen lo firmado por Obama y el resto del P5+. Ya varios precandidatos presidenciales republicanos han dicho que de ganar la presidencia no reconocerían el acuerdo con Irán. Otros senadores demandan que el acuerdo sea presentado para su revisión y aprobación en la Cámara alta. Y por supuesto, continuará la presión de gente como Netanyahu sonando las alarmas de que el acuerdo es inaceptable ya que básicamente permite que Iran siga con su proyecto nuclear.

Las próximas horas serán claves. Se juega lo que quizá sea el principal asunto de política exterior del gobierno de Obama. Más que las guerras en Irak o en Afganistán, lo del tema nuclear con Iran podría definir su presidencia en el tema internacional.  Si en algo coincide todo el mundo -o al menos la gran mayoría de la comunidad internacional- es que Irán no debe tener armamento nuclear. ¿Cómo detenerlo?, es el gran dilema. Obama cree que es por la negociación. Otros, que a no ser que Iran se arrodille y literalmente renuncie a su programa, que es por la fuerza.