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Aprueban presupuesto de Depto. de Seguridad Interna sin bloqueos a Acción Ejecutiva

Al menos por hoy y en lo que al Congreso se refiere, la acción ejecutiva del Presidente Obama que habría de beneficiar a millones de indocumentados, sigue viva

La Cámara baja aprobó hoy el presupuesto del Departamento de Seguridad Interna (DHS) hasta septiembre, eliminando de la ley los ataques a la acción ejecutiva en inmigración.

En una frase, el líder republicano, el congresista John Boehner, tiró la toalla. 

Esto quiere decir que al menos por hoy y en lo que al Congreso se refiere, la acción ejecutiva del Presidente Obama que habría de beneficiar a millones de indocumentados, sigue viva.

El voto en la Cámara baja fue de 257 votos a favor y 167 en contra -todos estos últimos de congresistas republicanos-, mostrando el enojo y molestia del sector más duro del partido ante lo hecho por su líder Boehner. Este sector insistió hasta el último momento en ligar la aprobación del presupuesto a la cancelación de la acción ejecutiva de Obama.

“Creo que este es un día triste para Estados Unidos”, dijo durante el debate en la Cámara el congresista republicano por Arizona, Matt Salmon, uno de los tantos republicanos miembros de ese grupo opositor a lo hecho por Obama en inmigración. “Si no vamos a dar la pelea ahora, cuándo vamos a pelear”, se preguntó el legislador .

Lo del líder Boehner por su lado, fue simplemente el aceptar una realidad política: de que por la oposición demócrata en el Senado no había manera de pasar una ley que diera los fondos al DHS y que al mismo tiempo incluyera el lenguaje que quería ese sector más duro del partido en el tema de inmigración.

“Estoy tan molesto y frustrado como lo están ustedes ante las acciones ilegales e inconstitucionales de este presidente”, dijo Boehner. “Creo que esta decisión -considerando adonde estamos- es la correcta para este equipo y la adecuada para este país” (para pasar la ley, Boehner primero echó mano de un obscuro artículo en la ley de procedimientos de la Cámara para poder presentar el proyecto a votación y luego hubo de recurrir a la ayuda de los congresistas demócratas para obtener los votos necesarios).

Temprano del martes el liderazgo republicano tuvo una reunión con sus más de 200 congresistas donde examinó las opciones que tenían frente así en torno a lo del presupuesto del DHS. Al parecer así quedo claro que no tenían más opción que tragarse el sapo amargo de la derrota y presentar a votación el proyecto de presupuesto “limpio”, es decir sin los anexos contra la acción ejecutiva.

“Tenemos que darle los fondos al DHS y entre más pronto lo hagamos, mejor”, había dicho el congresista por New York, Peter King a la salida de la reunión con Boehner, citado por la publicación The Hill.

 “Así se termina ésta locura”, añadió King, quien aunque republicano y conservador, es de los que no estaban de acuerdo con añadir a la ley del presupuesto del DHS lo de atacar la acción ejecutiva.

Lo hecho por Boehner de presentar una ley “limpia” y de dejar para otro día los ataques a la acción ejecutiva no necesariamente sorprende. Luego de la humillación que sufrió el líder republicano el pasado viernes, cuando debido a la oposición de ese sector más conservador y anti inmigrante de su bancada no pudo ni siquiera conseguir que se aprobara un presupuesto transitorio para el DHS por tres semanas, Boehner no tenía muchas opciones.

La alternativa era satisfacer a esos duros del partido pero a cambio provocar una crisis al dejar sin dinero al DHS -el presupuesto se vencía este viernes-. Esto era inaceptable a los ojos del liderazgo republicano ya que tanto Boehner como el líder en el Senado, Mitch McConnell, están convencidos de que hoy que tienen el control del Congreso no pueden permitirse que se de otra crisis de cierre del gobierno o que el estratégico DHS se quede sin dinero. Si eso sucediera se corre el riesgo de que el público los culpe por la crisis. El mensaje -o la imagen- que los republicanos quieren enviar o dar es la de un partido que “gobierna”. No la de un partido que dinamita los pasillos del poder en Washington.

“He venido diciendo que necesitamos gobernar responsablemente, y esto (la aprobación del presupuesto del DHS) es un paso importante”, señaló el senador por Colorado Cory Gardner, legislador menos duro o anti inmigrante si se quiere y quien por semanas había tratado de convencer a sus ex colegas en la Cámara baja de que votaran por una ley “limpia”.

El otro elemento que explica esta frustración de los republicanos es el hecho de que aun cuando son mayoría en el Senado, no tienen los 60 votos que se necesitan para pasar ciertas leyes o para cerrar o empezar la discusión de ciertos proyectos de ley. En este caso, los demócratas se unieron en la defensa de la acción ejecutiva del presidente y es por eso que la ley “limpia” del presupuesto del DHS fue la única que pudo ser aprobada en el Senado (y de ahí su regreso a la Cámara baja).

Más allá de lo penoso que ha sido para el líder Boehner tirar la toalla y aceptar que no había manera exitosa de ligar lo del presupuesto del DHS con los ataques a la acción ejecutiva, lo que ha quedado claro es que mientras los senadores demócratas -que con 44 son ciertamente minoría- se mantengan unidos no habrá forma de descarrilar la acción ejecutiva en inmigración. 

Que más allá de las protestas y enojos de los legisladores republicanos que ven lo de Obama y su acción ejecutiva como una violación a la Constitución en la que se excedió en sus poderes presidenciales, no es mucho lo que pueden hacer.

Al menos por hoy entonces, la batalla por la acción ejecutiva y el destino de millones de indocumentados que habrán de beneficiarse deja los pasillos y salas del Congreso. Obama y sus legisladores han ganado esta pelea. Y por supuesto, Boehner y sus congresistas, en particular el sector que ha convertido lo de inmigración en punto central de su accionar legislativo, han debido tragarse el sapo amargo de la derrota.

La guerra sin embargo, no ha concluido. Obama y sus legisladores demócratas -y los millones de seres humanos que esperan ansiosos que comience la acción ejecutiva- deberán poner hoy su atención a los tribunales. Sigue pendiente el caso del juez de Texas que ha ordenado que se pare la implementación de la acción ejecutiva mientras se discute sobre el mérito de la demanda de 26 estados que se oponen a ella.